REFERENCIA APICE

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domingo, 21 de agosto de 2016

disciplinas antagónicas....́ - Nobody But Me


EDIFICACION y ARQUITECTURA, disciplinas antagónicas.
Hemos de intentar evaluar que la belleza y la educación,  aunque resultan dos cualidades intrínsecamente diferentes, mantienen cierto carácter sustitutorio e incluso en algún momento pueden ostentar la idéntica magia llegando a converger en el género humano, percibiéndose a priori como el propio reflejo en un espejo. 
Como una epidemia, determinadas y acomplejadas culturas ejercen en los humanos el vago histórico apostolado de banalizar con algunos criterios y entre ellos reside el de determinar exaltando y clasificando la belleza, que en definitiva es una peregrina y simple idea de proceder con el canon, para poder dar a entender al resto de apócrifos, que el mero hecho de este proceder, les procura mantener la representación y el esfumado   del control de la materia en el tiempo (aunque no exista esencia alguna de elaboración), no obstante y paralelamente por desconocimiento, se ignoran u ocultan otros muchos aspectos más funcionales e interesantes, que serían más sólidos, apreciados así como determinantes en su divulgación. Sólo es cuestión de llegar a querer entender que en el conocimiento, al igual que en la belleza, los aspectos externos, las formas y los cánones resultan siempre afortunada e históricamente pasajes efímeros y temporales en su proceso de clonación.
Del análisis de la funcionalidad, solemos extraer con un carácter positivo la belleza, y todos bien antes o después, con cierta síntesis podremos llegar a poder reconocer esto, aunque el querer saber valorar la conveniencia sea una función más indeterminada y a su vez compleja, que siempre esta en función de su objetivo e indistinta finalidad.
La esencia natural de la belleza, es que esta resulta gentil y por lo tanto nunca será determinante ni única. Para conseguir percibirla no se precisa que necesariamente sea glamurosa, si acaso de intentar caer en tentaciones debería ser egoístamente humilde.
Y cuando confluyen diferentes o determinados aspectos sociales del conocimiento en el determinismo de la belleza, nace con temporalidad un lenguaje que comunica esa entelequia humana y es cuando realmente nos vemos obligados a reconocer tendencias  de vanguardia o  los denominados ismos contemporáneos.
Han pasado muchos años y civilizaciones, y sin embargo intentar hacer creernos que arquitectura y edificación son dogmas idénticos, resulta cansino cuando existe la misma promulgación simbólica y social que en la época de los faraones del antiguo Egipto, mantener justificativamente una economía tendenciosa y equivocada con el  arquetipo urbanístico (o social) de seña-arquitectura que conviva con el aislamiento, constricción y la singularidad de miles de edificaciones todo ello bajo unas directrices  ostentosamente territoriales, para intentar mantener generacionalmente el sistema de diferenciación privilegiada y piramidal como base de las concesiones económicamente sociales y de convivencia.
La cualidad natural orgánica en la educación al igual que la virtud de la edificación, es mantener una constante integridad, que sea sobreviviente en la mutación del tiempo, agrupando y uniendo técnicas con necesidades, llegando a resultar la llave maestra de cualquier cerradura, y sin embargo la singularidad cualitativa de la belleza, es como la dádiva de la arquitectura, un soportable capricho en el tiempo.
…. He escrito este… No para cantar las alabanzas de los dioses… porque estoy cansado de los dioses. No para alabar a los faraones, porque estoy cansado de sus actos. Escribo para mí sólo …..
(Mika Waltari * Sinuhe ,el egipcio)

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