Pasaporte
de vacunación ya no es magia,
es
solo una "neurosis del destino"
A menudo confundimos el
pensamiento positivo con el pensamiento mágico; e incluso infantilmente algunos
consideran en que parece que por el poder del pensamiento podemos cambiar el
curso de los acontecimientos, y como resultado, no se percatan que realmente
están perdiendo contacto con la realidad. Negándose a observar el
comportamiento discriminado de las variantes, primero atacaron a los mayores,
más tarde a jóvenes, el después podrían ser la comunidad de los LGTB o tal vez
los de una vacuna determinada. Tal vez lo propio sería no caer bajo el poder de
la ilusión de la omnipotencia que se posee en la propia inocencia.
La realidad es que
algunos pretenden aplicar instrucciones de psicología que estiman positiva y
sin embargo se están sumergiendo en el mundo del pensamiento mágico, Y es que
muy a menudo se confunde el pensamiento positivo con la magia, aunque sin
embargo, existe una gran diferencia entre ellos.
El pensamiento mágico
es una creencia irracional de que con el poder de nuestros pensamientos podemos
cambiar la realidad, afectar a otras personas, en esta actual guerra mundial
biológica de enfermedades, variantes, agendas 2030 o eventos de similar
promoción.
Incursos en la lógica de
la exigencia del pasaporte de vacunación, en establecimientos comerciales
podría encajar que es una forma clara de ese tipo de pensamiento mágico, basta
con imaginar, por lo que se está luchando, y podría parecernos que todo saldrá
bien por sí solo, eso sin contabilizar las consiguientes variantes que aun estarán
por aparecer y sin ningún esfuerzo más por nuestra parte.
Si bien, reconozcamos
que hay una adición significativa en este tipo de pensamiento positivo, por esa
característica en querer hacerlo de uniformidad y alineación fascista dentro
del pensamiento individual respecto a la actitudes personales, que de ninguna
manera podrá cambiar el destino del mundo que en estos momentos nos rodea, efectuado
por los actuales dirigentes, sino únicamente ese tipo de compromiso que por
convecciones internacionales de derechos no podrá ser exigible.
De igual manera,
también las circunstancias, acusan discriminar procurando nuevos y ajenos
pensamientos negativos, aunque tampoco tienen un impacto directo en el mundo luego
así, pero nos hacen más vulnerables, porque perdemos la fe en nosotros mismos.
Es como la creencia de
que nuestros pensamientos pueden dañar a otras personas es el resultado de lo
que se denomina el pensamiento mágico. En esta ilusión de la omnipotencia, el
pensamiento mágico es una forma natural de pensar para los niños pequeños y
personas no maduras que aún no son capaces de distinguir la fantasía de la
realidad. Dado que algunos les parece que "querer" y
"hacer" en desaparecer la pandemia será lo mismo.
Y es cuando ha
aparecido la protección al miedo mediante la simbología de los códigos QR del pasaporte
o certificación de vacunación, un marcaje muy similar que existió en la piel de
los humanos en los campos de concentración de los nazis.
Pero la creencia de que
el poder del pensamiento puede influir en fenómenos naturales, personas o
eventos, es siempre la misma característica que surgen en las guerras y
conflictos que se han venido heredando de todos los pueblos que caen una y otra
vez en valoraciones primitivas.
Durante mucho tiempo,
los antropólogos creyeron que las pinturas rupestres de animales en las cuevas
reproducían escenas de una caza real, pero sin embargo en la actualidad se
interpretan en que los dibujos de aquellos animales son evidencia del
pensamiento mágico de esos pueblos antiguos, la llamada magia de la caza. Y
con su ayuda, los antepasados intentaron apaciguar el destino, para que
resultara ser un apoyo y proporcionarles abundantes presas en la caza.
Pero la magia del
pensamiento primitivo, como en la actual es peligrosa, porque crea la ilusión
de control sobre el mundo y hace que sea imposible evaluar de manera realista
las situaciones, las personas y a nosotros mismos, esta situación tal vez
provenga de algunas personas de conciencia no tranquila, que están siempre
cautivas de escenarios de vida dramáticos, y viven como si fueran perseguidos
por algún tipo de destino inexorable.
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