Durante el presente siglo XXI, la ciencia y tecnología, serán unos productos mas, basados en la nanotecnología y aunque penetren en la vida cotidiana de la gente que elija usarlos, las mayorías de las consecuencias serán triviales; aunque también sera posible que otras sean mas profundas, existirá un mundo de los objetos que propiciara encuentros, momentos o coyunturas que transformaran a las estructuras establecidas en la cotidianidad.
Sin embargo nunca sera posible abolir el azar de la huella del arte y la cultura, del mismo modo que lo residual es irreductible.
Por lo general las persona, piensan que no hay que confundir la viabilidad del arte como verdad y existencia propia, con la habilidad y sinceridad de que puede llegar a cumplir un servicio, y aunque la verdad posea cierto prestigio nadie acierta a definirlo.
El arte se manifiesta como una ofrenda, una distracción, bien como experiencia visual o bien como decoración, y con ese carácter único el arte posee su capacidad para permanecer por encima de las valoraciones y juicios filosóficos.
En un amplio contexto el acto del arte, aun así sin una manifiesta utilidad, tiene equivalencias y similitudes con la lógica, las matemáticas y también las ciencias.
Y con toda evidencia el arte solo existe por si mismo, por la propia belleza del arte, y aunque este sea un periodo de inserción y avasallamiento ideológico y tecnológico de la humanidad, el arte después de la religión y la filosofía, sera el que satisfaga las necesidades espirituales del hombre y la metafísica de las cosas.
Cuando mis ojos se cierran y se abren todo ha cambiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario