La
libertad es impensable sin paz
Ya no solo es un aviso
del departamento de EEUU, es recordarle nuevamente y a diario el mismo mensaje
al Gobierno social-chavista, por parte de los que trajeron la democracia a España, y es que "La libertad es impensable sin paz".
Si bien es cierto como
decía Gray, la tolerancia es una virtud inherente a las personas que son
conscientes de su imperfección, aunque algunos dicen se llamar abogados del estado.
Tales personas no
exigirán que sus preferencias se consoliden en privilegios especiales, ni
esperarán que su forma de vida sea aceptada por todos, intentar buscar fosas
civiles ahora en estos momentos de carencias, es todo un poema que se refiere
únicamente a la brusquedad de encontrar Almas muertas.
En lugar de luchar por
una utopía engañosa, los Herederos de la Guerra Civil Española, sabían que
cualquier forma de vida es igual y, tal vez, inmerecidamente reconocidas, pero estas
personas se contentaron orgullosamente con poder llevarse bien..
Ahora el Gobierno
social-comunista que le gusta abrir brechas innecesarias, quiere apoyar la iniciativa de un
tal Errejón, parece ser que este desea darle la razón una vez más a Marx cuando
sostenía y consideraba que la medida del progreso, al menos técnico, era un
aumento gradual de la duración del tiempo libre y claro por hoy con la que está
cayendo a base de inconstitucionales restricciones, en los países que se entienden como desarrollados hay
tanto tiempo libre como quieran.
Este Gobierno
social-chavista de Sánchez a la vez que le ocurrió al pensamiento de Marx,
también se equivocaran en valorar la naturaleza humana, estos creen que,
liberados de la carga del trabajo, la gente se apresurará a leer o bien a
aprender o bien a ensayar música, es decir, tal vez piensan que podrían formar
una solicitud alternativa de actividades educativas fuera del prometedor
programa Celaá, porque rectificar al gobierno no les gusta.
Estará bien decir, que
siempre ha habido y habrá una minoría que se lo proponga, mientras que la inmensa mayoría preferirá el
entretenimiento sin esfuerzo, por ejemplo un enganche al “netflix” donde pretenden
vivir una realidad que pueda parecer ser ellos, como si fueran unos hambrientos
y sedientos de la verdad, programando resultados inducidos a quienes más
perturbaran a las autoridades con sus preguntas y peticiones imaginarias.
El proyecto de
ilustración, que maduró en Europa en el siglo XVIII y floreció en el XIX, estaba
basado en la creencia de la naturaleza racional del hombre, en la prioridad de
la ciencia sobre otros tipos de conocimientos y, por tanto, en la capacidad de
construir según estos principios, una sociedad más o menos perfecta que ya no
es indiscutible.
El golpe más severo
para él lo dieron dos guerras mundiales el proyecto europeo de la Ilustración,
en cuyo altar se hicieron monstruosos sacrificios, se derrumbó, para empezar,
girando, como en burla, en una feroz lucha contra cualquier disidencia.
Fue un error el hecho
de que los intelectuales del siglo XIX pasaran por alto el nacionalismo,
considerándolo una tendencia marginal en el marco de la lógica ilustrada
entonces imperante.
Porque en aquellos
momentos otros quisieron dedicar su investigación al nacionalismo y los denominados
caminos especiales, tal como se hace en España con el independentismo en vascongadas, área del mediterráneo,.. eran como alternativas, propuestas defendibles a un único proyecto
eurocéntrico de iluminación por parte de pseudo-intelectuales de ideologías
concretas, de diferentes países de la misma Europa, con una clara tendencia
desestabilizadora, tal como ahora viene ocurriendo en Bruselas, siendo la
repetición de otro frustrado proyecto de neo-ilustración, como la impropia
vacunación, que tal vez, no termine nuevamente en el siglo XXI con otro
chavismo u otro totalitarismo.