Estado
insustentable.
Su Vergüenza por delante
El sustrato de las
informaciones que permiten evaluar la calidad de la vida van mucho más allá de
las meras y actuales declaraciones del corrupto partido social comunista y chavista de
España, de sus actuaciones y sus falsas percepciones de odio entre las personas
que les contradiga, y que continuamente justifican con hipocresía y tesón
difundiendo la propagación.
Todas estas
informaciones incluyen también la medida de sus “funcionamientos”, es decir la
puesta en marcha de sus prejuicios, envidias e incapacidades orgánicas y hasta de
la supresión de sus propios principios fundadores y de libertades.
La actual generación
de la izquierda no es que haya perdido en estos momentos el carácter
intelectual, es que en su única y valorada hipocresía, jamás lo han logrado
querer alcanzar, solo pretenden el aparentar, figurar y adorar el becerro del
oro.
Lo que les importa
realmente, en efecto, no son las “capacidades y la equidad entre las personas”,
de las cuales disponen a su antojo con
desprecio y despotismo sobre cualquier valor estimable humano, cualquier
contradicción a su parecer en su instinto bruto animal, les enervan por su
carente sabiduría, y solo saben funcionar manipulando y ejerciendo el mal a las
personas.
Es decir el conjunto
de posibilidades que ofrecen a los ciudadanos y su libertad de poder escoger o
concursar, en ese conjunto de actividades administrativas, heredadas con
esfuerzo de anteriores generaciones en democracia, ahora lo vulneran y lo "cochinan" a su gusto en todas las instituciones, e introducen en las oposiciones del
funcionariado del país, con su “nueva normalidad” a intitulados y personas que
ni tan siquiera han realizado una sola prueba y si les denuncias te hacen la
vida y la existencia imposible.
Ahora pretenden variar
a su gusto profético la selección de los ingresos en próximos batallones de sus
denominados expertos, debe ser con el fin de justificar y expandir con
indecencia esta red clientelar introducidos en la administración y que vienen
realizando con amigos, empresas y afines en estos tiempos más de hambruna
corrupción, que de serio trabajo.
El mensaje clave de
Vox se interpreta en su exquisita legalidad de la siguiente forma, ojo porque
el actual gobierno ya no establecen una diferencia entre evaluación del
bienestar presente, siendo totalmente lógico, ya que no le interesa mostrar su ineptitud y tampoco ejercen
su propia evaluación de su sustentabilidad, es decir de su capacidad para
mantenerse a lo largo del tiempo, porque dependerá del pucherazo y exclusivamente
a que clientes dirigirá ese falso dinero que en realidad no es europeo, dado
que durante generaciones tendremos todos que pagar, devolviéndolo con mucho esfuerzo y sacrificios.
Siempre actúan de la
misma manera, dicen que te quieren invitar a cenar, tú los conoces y no vas,
prefiero ayunar, pero así todo ellos comerán, y con sus excesos se alimentaran
como cerdos, pero el cargo de la cuenta te lo ponen a tu nombre, sin tu saberlo
y sin tu consentimiento. Unos auténticos estafadores sociales y aún peor
generacionales, de manos trasparentes y corbatas que ahorcan.
El bienestar presente,
aunque lo soñemos, ya no existirá con inmediatez debido a este buscado acontecimiento
pandémico afinados con la actuación programada de un ineficaz y anticonstitucional
gobierno de excepción.
Ahora las personas,
más que nunca, dependen a la par de los nuevos indecentes impuestos. de los inexistentes
recursos económicos, es decir del conjunto de los mermados ingresos familiares,
y de las características no económicas de la vida de las personas, lo que hacen
y lo que pueden hacer cuando un gobierno de inútiles adrede te lo impide, de la
valoración de su vida, y de la propia consternación donde pretenden hacerles
desaparecer o impedir su entorno natural que ahora desean limitar kilometro a
kilometro a coste del céntimo con ideas de perrona o Belarmines-coin republicanos.
La sustentabilidad que
ellos creen generar, consiste en agredir estos niveles de bienestar a la población, por parte
de ellos mismos, los partidos políticos socialistas, comunistas o independentistas dentro de su
cuestión ideológica de saber si los stocks de paciencia ciudadana será lo que
importan en nuestra vida, para transmitir la deuda o no en las generaciones
futuras.
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