Frejoles a Feijoo, sus arañas.... Amado Mío

Frejoles a Feijoo, sus arañas.

Normalmente las personas tontas, son ruidosas, ignoran a los demás y solo hablan de sí mismas y sus necesidades

Hay que reconocer que en muchas de las actividades empresariales, y en casi  todas las profesiones, algunos integrantes, no se han esforzado lo suficiente en el tiempo, y así funcionan con independencia al respaldo u éxito social que hayan podido tener.

En aspectos sociales se da con mucha asiduidad que no evoluciona lo conveniente; y es cuando el nuevo miedo se apodera de esa carencia de nuevos conocimientos, es cuando los prejuicios se enfocan en el limpio factor del tiempo, como escapatoria.

Es cuando para intentar disimular un imposible cambio de tendencia y velocidad, porque segundo a segundo, el tiempo mantiene el mismo compás, solicitan “un cambio de ciclo” ante este nuevo enemigo del envejecimiento de sus ideas y comportamientos, es pedir al cielo como creyente orensano, sólo un poco mas de oxigeno silvestre que sea algo "más previsible".

Recordar, que algunos jugadores del futbol, de la economía o la política, en su momento óptimo juegan en campos de primera, y algunos otros de segunda, o tercera disimulada, otros que padecieron del oído del partido nacional, los dejaron en esa cómoda cornisa con barandillas, porque los equilibrios con ese desgaste por estiramiento cervical, le producen un vértigo que lo imposibilitan para una talla nacional.

"Solo una prepotencia oscura hace pensar que nadie salvo ellos mismos, haya podido venir a solucionar ningún problema a nuestro país", de esta manera sustituye la benemérita, por unos mariplomos por poderes torticeros, y con esa penitencia que le incapacita, glorifica la labor de las vascuences.

Así resultan ser los caprichos propios de ese ex alumno casi jubilado de Santiago. Ahora como antes, Europa le sigue quedando muy lejos y el caballo que posee ya no es blanco, es viejo y corrupto.  

Mientras tanto, sin inmutarse, nuestro hombre, Santiago Abascal, demuestra a diario y nos ofrece a los españoles ese continuo ejemplo, en el que se puede vivir en armonía con uno mismo y el mundo, donde demuestra que posee y cultiva todos los conocimientos de la ecología del alma, y con positividad nos logra transmitir los sanos valores de la vida misma.