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Estrategia más allá de los estereotipos

La contemporánea progresía carente de nominaciones en esa aburrida lección que ofrece la religión del ecologismo, suscita buscar como representantes, a anónimos héroes o bufones para nuestro tiempo, luego pueden ser odiados o adorados, pero lo que pretenderán es que nadie permanezca indiferente.

El discurso asignado siempre elevará las mismas características, irán en contra de todo lo que tiene a mano, con respecto a las normas sociales, educacionales, económicas, políticas. Su estrategia seguirá siendo vender el mismo “cambio” del pasado, aquel mismo, de su antigua denominada ideología socialdemócrata y que ahora consiste en dar la vuelta no solo a los principios morales, sino también a sus propias palabras y sin evaluarse.

Son situaciones que demuestran que no poseen la más absoluta vergüenza. Es decir son personas con principios "cero". Y al mismo tiempo actúan deseando, llorando, comprando, para casa o afuera con el único fin de querer tener éxito y ser protagonistas.

El interés que suscitan en la controversia es lo que crea una respuesta poderosa en el entorno irresponsable de los peores y malos ejemplos de una buena ciudadanía, dentro del cual el vector de protesta es normal, además, al distraernos con continuos conflictos que ellos mismos crean, mediante terceros, aunque el proceso de esa planificación sin escrúpulos sea largo, ganan mucho dinero y muestran así abiertamente su dominio.

En realidad, aunque adopten mascaras de protectores de derechos sociales, el dinero y el estatus siempre han sido sus mayores y desbocadas apetencias, que junto con sus complejos todo esto está escrito en la subcorteza de esas personas. Aunque parezca mentira, esta es la base de la construcción de ese tipo de carisma, y ​​la gente ignorante, alocada, o pensando en el cielo como resulta normal, con mucha falta de autocritica siempre seguirá a estos personajes. 

La ideología del perdón que acuerdan, con connotaciones de suspicacia, es desprestigiar como poco, por activa o pasiva a sus oponentes, incluso si ya no eres como muchos de los adultos que mismamente estarían felices de protestar contra algunas de las realidades de la vida, pero no pueden permitírselo, dado que tienen algo que perder, buscarán en sus continuas contradicciones, en ese sinsentido o desgobierno, procurar que desarrolles ira hacia las personas que se permite saborear el fruto prohibido de la rebelión o de la misma felicidad.

El desgaste de estas inconsistencias es cada vez mayor y la pérdida de poder es otra causa de su enojo, luego inherentemente figura el arquetipo del bufón que es su rol y papel principal, porque son personas que juegan entreteniendo a la sociedad, ya que no desean resolver problemas, no les importa que su país sea emocionalmente cálido, sólo empresas afines, y la crisis de la sociedad sea positiva y se supere no es su responsabilidad dado que lo han buscado y fomentan.

Sólo se revelan de la manera más siniestra, oculta, y completamente posible, lo que explica en gran medida el fenómeno de intercambiar, trasladar activos y buscar otros éxitos ideológicos en otros países en el extranjero, nunca en la historia, la “nueva mafia”, que no es el nuevo orden o la nueva realidad, se ha empoderado con semejante descaro y maldad, sobre las instituciones de todos los países.

Normalmente su estrategia siempre va más allá de los estereotipos, da la vuelta a lo habitual, te hace pensar porque son la sombra de ese comportamiento irresponsable, donde la pereza, la vanidad y cualquier otro tipo de libertinaje se lo autoindultan y se regocijan.

Pero todos ya somos conscientes que utilizan una psicosis muy controlada, por el poder en busca de dinero personal, con una pésima creatividad, que abre el acceso al inconsciente, la parte más poderosa de nuestra psique. Donde ya no servirán financiar experimentos sociológicos de Harvard o de la granja de los bisontes gays.