Cambiando
pensamientos y cambiando la vida.
Es posible en algún
tiempo comprender las causas fundamentales de los
pensamientos negativos y los escenarios de comportamientos, siendo
esto bueno y positivo. Incluso las personas pueden hacerse ver elegantes, llegando
a sonreír, pero al mismo tiempo cabe la posibilidad que puedan pensar en sí
misma, de una forma negativa: "No puedo hacer nada ", “la
situación... no me permite hacerlo”, "Soy un perdedor", "Lo que
hago no es útil para nadie","Mis declaraciones suenan estúpidas".
Pero paralelamente a
este análisis personal, también somos capaces de reprogramar nuestro cerebro a
través de ejercicios efectivos, integrar nuevos hábitos en nuestra vida y
mejorar el rendimiento de la memoria.
Porque si te someten a
una autocrítica constante aumenta la ansiedad, la inseguridad y la culpa. Y en
muchas ocasiones esa dinámica de personajes malévolos consiguen hacerla
endémica. Y es cuando una persona deja de evaluar adecuadamente la realidad,
toma decisiones equivocadas, tiene miedo al futuro. Y luego pierde
oportunidades y ocasiones. La ansiedad se acumula y el diálogo interno
negativo continúa.
Son las circunstancias
que nos sitúan en un círculo vicioso, que es muy difícil de romper. Como resultado,
el estrés se acumula, nuestra salud se deteriora, las relaciones se rompen y
los niveles de afinidad con los congéneres bajan.
El cerebro tiene una
propiedad similar a la neuroplasticidad, y esta avocada a la capacidad del
sistema nervioso para cambiar a lo largo de la vida. Porque es cierto y resulta
que cuando pensamos en algo una y otra vez, se forman conexiones neuronales en
el cerebro.
El pensamiento negativo
es un mal hábito real. Se necesita deseo, esfuerzo y tiempo para romper
las viejas conexiones neuronales y crear otras nuevas. Pero esto es
posible a cualquier edad. Nos convertimos en personas nuevas cuando
empezamos a pensar de nuevas formas.
Ahora llevamos más de
dos años recibiendo información “consumida” o programada, ya manipulada,
impidiendo con desagrado que se puedan utilizar recursos para lograr otros
objetivos, así que impiden concentrarte en las prioridades y sintonizarte para no lograr los resultados que deseas.
Como poco emborronándote
los pensamientos y las creencias, un día uno y otro día otro y así hasta un
numero desvergonzado, y no se llegaran nunca a buscar las conversaciones
agradables, no son de ese lucimiento, y es cierto ya no se notan los aspectos
de lo bello, en la vida cotidiana, reina la hipocresía mundana, de mala vecindad
y mentirosa, porque te impiden o bien te provocan constantemente que no tengas
alguna confianza o te sitúes en baja estima, pero solo es una demostración de
esa provocada vanidad que les carcome,
paralela y asociada a su guerra biológica y psicológica.
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