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sábado, 6 de noviembre de 2021

El deseo como hipótesis....Me pase


El deseo como hipótesis

Sobra decir que hemos empleado la frase "te quiero", pero en realidad lo que resulta más interesante es lo que queríamos significar, porque en realidad que es lo que necesita nuestra pareja para sentir el deseo.

Lo más probable en el proceso del deseo es llegar a un entendimiento mutuo a pesar que el deseo sexual de hombres y mujeres no es el mismo.

Las mujeres mantienen el paradigma de querer ser elegidas, porque siente deseo cuando se siente elegida, ama y así siente cercanía emocional con su pareja. Sin embargo es importante que un hombre haga su propia elección, el hombre prefiere conquistar. Para él, el sexo es necesario para sentirse bien y la mujer necesita sentirse bien para poder hacer el amor.

Porque para entregarse por completo a sus sensaciones, debe estar preparada no solo fisiológicamente, sino también psicológicamente. Le resulta más difícil abstraerse de las preocupaciones o retratar la reconciliación en la cama.

La mirada de los hombres se ve atraída por algunos señalamientos como un escote profundo, unas piernas largas con tacones, una falda ajustada, parece como si todo girara a lo que quieren ver, como espectadores adictos de objetivos visuales. Al mismo tiempo, el deseo masculino no se despierta por el "objetivo" en sí, sino por la imagen del placer que una mujer así recibe de un hombre en el sexo. 

Sin embargo, para una mujer, las palabras y las caricias que vienen de la otra persona son más importantes, la animan, la hacen sentirse deseable, mientras el hombre quiere ver, la mujer quiere oír.

Mientras los hombres viven recordando el espacio, describiendo los detalles de la acción, la mujer se recrea en el tiempo hablando de la atmosfera, de los deseos y la ternura compartida.

El deseo se activa por la testosterona y por los estrógenos, siendo los últimos más volátiles y de menor duración, aunque no por ello exentos de sensibilidad.

Luego la suma de los factores no altera el producto, y así afirmaremos que felizmente el amor no acepta hipótesis.


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