Neuroliderazgo
entre el Arte Musical y la Optogenética
La
música está considerada comúnmente, entre las artes como la que causa más
placer en la vida. Produce que se libere dopamina en el cerebro como también lo
hace, el sexo y la comida. Resultan
estímulos que dependen de un circuito cerebral en el sistema límbico, formado
por estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante estímulos
emocionales. Y las zonas que se postulan
como involucradas son las del control y la de ejecución de movimientos. Observamos
que las personas cantan y bailan juntas en todas las culturas que se han
conocido.
La
optogenética dentro de la neurociencia, y en principio reconociéndose como
ciencia ficción, aunque se avanzan en los hallazgos científicos con cobayas. Se intentará
activar o desactivar neuronas específicas, a voluntad, que generen cualquier
percepción o estado mental de una persona, como mirar un paisaje, sentir hambre
o bien un dolor, tener una determinada idea o pensamiento; a voluntad, se
podría utilizar para cambiar estados de ánimo, modificar sensaciones, olores, gustos
o preferencias y dependiendo de su control científico, cambiar o implantar en
un cerebro ideas y pensamientos.
Entre
el Arte y la Neurociencia, o bien la música y la optogénetica se produce dos singulares
diferencias, y es que solo los mecanismos neuronales de percepción musical, son
los únicos que se transmiten y se almacenan al mismo tiempo para conseguir la
percepción musical, dado que la respuesta cerebral a los sonidos está
condicionada por lo que se ha escuchado anteriormente, dado que el cerebro tiene
una base de datos almacenada y proporcionada por todas las melodías conocidas. Y
la otra diferencia es que en la optogénetica, probablemente y con toda seguridad no sea posible, conocer quien activa los
sistemas del control ético.
Lo
común que busca el Arte Musical y la Neurociencia es el relatedness, es decir
el grado de pertenencia a un grupo social, mientras la música parece ofrecer un
nuevo método de comunicación arraigado a emociones, la optogénetica intentando controlar y penetrando la mente de las personas, ofrece que alguien le escuche como significado
lingüístico, es una sensación que produce un ilimitado placer en el cerebro, similar al de
la comida o el dinero.
Digamos
que en la actualidad, se está produciendo una pugna en el neuroliderazgo por la
oxitocina (hormona vinculada a la confianza y el amor).
Puedes
venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
(M.Benedetti)
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