La capacidad Gig de sintetizar las
emociones e ilusiones
El actual análisis en
la cadena de la neurociencia, se entiende que el mundo es una ilusión creada
por el cerebro, dado que se asegura que la manera de que tiene el cerebro
humano de entender y manejar el mundo consiste en crear ilusiones. Y que estas
nos ayudan a sobrevivir emocionalmente.
Una parte de estas
sensaciones parecen ser más fijas y estar programadas en los genes o en la
organización del cuerpo, mientras que otras parecen ser más flexibles y cambiar
a medida que el cerebro aprende. Por tanto la interpretación del mundo es una
ilusión creada por el cerebro, puesto que en ningún momento podemos entrar en
contacto con la realidad si no es a través de las interpretaciones que hace el
sistema nervioso.
Sin embargo aún no se
analiza el cerebro del conocimiento, en el desarrollo global de la incipiente y
actual economía Gig del mundo.
De poco nos sirve hoy
en día, la sobre formación, dado que resulta ser un inconveniente en un mercado
escaso de trabajo. Un cerebro humano, con su emoción e ilusión, puede estar más
formado, aunque menos cualificado en realizar un trabajo concreto. Es un efecto
de la -automatización digital-, que consigue en algunos casos que tareas que
antes realizaban personas cualificadas como toma de decisiones, análisis
complejos e, incluso, solución creativa de problemas, sean realizados por
software basado en deep learning, machine learning o inteligencia artificial.
La hiper-conectividad, o el internet de las cosas, podrá
suponer que podamos acceder a toda la información “disponible” desde cualquier
dispositivo, esa ubicuidad de acceder a los datos en cualquier momento,
intentara acrecentar las bajas ilusiones desgastadas por la carencia de
emociones reales.
Cuando la vida se detiene
se escribe lo pasado o lo imposible
(José Hierro)
De haber tenido un hijo
le habría enseñado a leer
en los libros y muros
y en los ojos veraces
y también a escribir
pero en la roca
con un buril de fuego
De modo que las lluvias
limpiaran sus palabras
defendiéndolas
de la vida y la roña
y eso aunque nadie nunca
se arrime a leerlas
( Mario Benedetti. * fragmento El Hijo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario