La impresión como existencia, hace causa de la influencia de todo y cuánto te rodea, es la consecuencia de una alteración que nos causa excitación.
Y mientras el fenómeno psíquico dure, existirá esta sensación; y si el ser al que se le produce la impresión, es consciente, precedido y dado de inteligencia tendrá percepciones, si posee facultades de movimiento o sentimientos del propio esfuerzo.
Resultando que la determinación del estado sensible, como un curioso conjunto de estados simples; siendo esta la manera de ser, de la actual sensibilidad, teniendo en cuenta las circunstancias en intensidad y degradación de la sensacion, o de la propia tensión que se emplee, se podrá definir los diferentes equilibrios estáticos, dinámicos o naturales que producirán la medida de la sensibilidad y las causas de la insensibilidad.
Hemos de expresar que la sensibilidad producida es tanto mayor, cuanto menor es el cambio que da lugar a esa sensación o exista ausencia de órganos de los sentidos.
La movilidad de la felicidad, puede ser consciente o voluntaria, cuando se sabe como y porque se hace. También puede ser habitual, cuando se hace sin saber cómo. Definiéndose como instintiva cuando se hace sin saber porque.
El hábito de la inteligencia, ahora llamada artificial, es que progresa siempre en primer lugar hacia el instinto y después hacia el automatismo.
El automatismo, es el último término del perfeccionamiento de la inteligencia, así que el mejor obrero es el que puede hacer su obra sin pensar en ella.
Pero es preciso no olvidarse que el automatismo es un hábito inmóvil, como el instinto; dado que la inteligencia constantemente prepara nuevos sensores o elementos destinados a fijarse a su vez, y que son los instrumentos indispensables del sensible progreso o retroceso humano de los sentidos.
La Ilustración de nuestros sentidos, empiezan por la sensibilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario