Contextos
En ciertas
épocas, parece necesario que se detengan los espíritus, ante la noción de que
el escándalo conjuga y requiere la presencia de políticos. Sí, es cierto que el
escándalo puede involucrar a estas figuras, aunque es verdad que resultan con
demasiada frecuencia pareja, las consecuencias inmediatas de los escándalos
sobre este tipo de personas públicas, dado que por ser famosas, al ser
descubiertas parecen que equivalen a poco más que una insípida autopromoción.
La verdad es
que sólo de vez en cuando, si la tendencia que no se vende, es capaz de romper
el caparazón dorado de los escándalos de estos famosos intocables, sirviéndonos
de las poquísimas fuentes que para el efecto existen, descubres que con sus
actitudes pueden iluminar los malignos secretos ocultos del corazón humano.
Siempre han
existido informes olvidados, sobre el mundo de las figuras públicas que se inmiscuyen en auténticos problemas, y que son desgraciadas patentes del resultado de borrosas
biografías, cuya captura admirablemente sostienen la naturaleza, que formula
todo el conjunto de personalísimas vanidades económicas ajenas a cualquier
modestia, honores o dignidad del estado, fomentando actuaciones que adornan los
escándalos del cartonaje, llamados eventos de desgracia, por una fundación que
asegura contra las consecuencias sociales y financieras de un comportamiento
deficiente, ofreciéndose a hacer que el riesgo de caída de personajes públicos,
sea cuantificable y reembolsable como el de los incendios e inundaciones.
Aunque de momento,
este tipo de entendimiento no se adhieren al conocimiento público, y aunque se
carece de las persecuciones violentas, dejar de lado los escándalos sociales,
como simple resultado de incidentes enojosos, son sólo rasgos de sólidas bases
del pensamiento humano ilustrado, y con ello no se trata de disminuir la
fascinación por las noticias sensacionales, ni resultará descartar el interés o
descontar la capacidad de abrir aspectos ocultos de la naturaleza humana.
En realidad,
el conciliador éxito se producirá cuando se pretende de verdad, buscar la salud
humana, encontrando la pureza en el interior, y la piedad del espíritu, sólo de
esta manera no existirá ni se producirá ninguna contradicción.
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