# El lado oscuro
Sin la idea del orden,
no podría concebirse el principio de las leyes, ni tan siquiera de los propósitos
sociales, por ser este el desarrollo armónico de la creación, manifestación
solemne de una inteligencia infinita, por estar siempre sujetas todas las
existencias a determinadas condiciones en su total desenvolvimiento, por girar
cada una de ellas dentro de su respectiva esfera, contribuyendo á la
realización de un fin impuesto a cada uno de los humanos.
Decir que una población
de 450.000 personas, más o menos el 0,91% de un país, en este caso, se ha
salvado de no mojarse los días de lluvia, dado que se les ha prohibido salir de
casa los días de pluviosidad, es elevarse al conocimiento de las causas
perdidas en el mundo de las trivialidades; sugerir que un monumento de ingeniería militar
realizado hace más de nueve siglos, posee una justificación y una cercanía a un
régimen social, originalmente evidenciado como mucho hace 60 años, obedece tal explicación a
una sobredosis de ciega creencia en el más allá.
La constante sucesión
de este tipo de fenómenos, que se vienen produciendo, sin acritud, en el ámbito educativo de este denominado progresismo, en este miserable periodo del reino y
fomento de la relevante supina mayor ignorancia, así como, capicúa evidencia del mal gusto, es el
encadenamiento riguroso del efecto con la causa, de allanar el simple hecho con
el principio de no adquirir los lucidos conocimientos que nos brinda la
ciencia, la historia, y otras ramas de la sabiduría, donde se consiente profanar y no
querer establecer alguna organización, dentro del orden cívico de los seres
humanos, es contradecir la existencia de los serios estudios y los principios
universales que informan de nuestra existencia.
El lado oscuro, no solo
se origino en el seguimiento del régimen de los continuos embustes, ha continuado
incrementándose exponencialmente al carecer de propósitos ante el surgimiento de las necesidades
sociales apremiantes, y trascendentalmente careció del más mínimo principio de identidad, al
seguir no reconociendo los hechos y las muertes que encarnaban la tragedia pandémica social,
y este principio no puede ser adquirido por la percepción, la cual nos da a
conocer únicamente los sucesos realizados en el espacio y en el tiempo preciso.
Ahora las ceremonias,
no procuran inducción ni deducción, por estar contenidas en las premisas,
porque sólo la razón es la que nos puede dar las ideas trascendentales y los
conceptos elaborados por ella, siendo este el origen del principio de
identidad.
Y la verdad, es que la razón
estuvo escasa, más bien hubo poca, mientras se haya tentado vigilar la
privacidad de la sociedad, contraria a las ideas de ese momento gubernamentales, bien a
recordar, que en Venezuela desaparecen las personas, a muy pesar de la
existencia inservible de la ONU, y en España iniciaron por desaparecer los
comentarios que no gustaban en redes sociales.
# NOMASREBROTEDECANDUERCAS.
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