Perfidia en Moncloa
La brisa que peina el aire de la Moncloa, provoca la risa como salvación del absurdo. Resulta ser la propia teoría de la superioridad, en la que solo tiene en cuenta una simpatía malvada que manipulan con la sátira, la ironía, y el sarcasmo, a la oposición.
Por ejemplo, cuando
escuchamos al personaje que ocupa el chiringuito de Presidencia un tal Sr.
Sánchez, sus comentarios específicos sobre la pandemia, aún regresando de la
turne del trueque de aranceles por gotitas, por esos cosmopolitas mundos, logra
balbucear opiniones sobre la pandemia en la Comunidad de Madrid, a todo ello sin
querer vigilar el acceso aeroportuario, y de esa forma nos recuerda la leyenda del
antiguo filósofo griego Crisipo que una vez trató a su burro con vino y luego
murió de risa al verlo intentar comer higos.
Por supuesto, la
fábula y el ejemplo en sí no son divertidos. Pero muestra bien otro
mecanismo del nacimiento de lo divertido, es decir la inconsistencia y las
gotitas con denominación de origen del mismísimo partido Sancho-Chavista
gobernante.
Tal vez lo divertido
nace de lo que ahora llamaríamos un salto de plantilla, cuando el jefe de
estado de repente desea comenzar a dirigir una orquesta, en un recinto
diferente a donde se sitúan los músicos, será también gracioso, ver a la
desafortunada guía que dominan algunos de la interterritorial.
Parece ser que la
cabeza de este extraño pekinés prevé desaparecer por un tiempo de sus
competencias sanitarias, tal vez, porque el payaso divulgador de la pandemia
del pico de la almendrilla, ya carece de protagonismo con tantas consecutivas
olas.
El absurdo de
planificar el mal ajeno, se convierte en lo ridículo porque engaña las propias expectativas. Y
así de esta manera, las marionetas como Illa o Iglesias, agotaron su tiempo de
protagonismo, aunque también el científico juez moderno de interior Marlaska ha
finalizado por fin de analizar los más de diez billones de chistes y anécdotas existentes,
que surgen a costa de este gobierno social-comunista que se propagan por la red.
Sin querer nos
propician llegar a la clara conclusión que el humor en todos estos analfabetos globalizados
a la fina receta 2030, se basa en un desajuste de expectativas y acciones.
Ahora nos reímos, porque
la tensión de la mente la resolvemos con disonancia cognitiva, es cierto que
este maléfico e incompetente gobierno contradice nuestras expectativas, y así procura
hacernos sentir incómodos a menudo sin darnos cuenta, pero nuestro pensamiento
busca instintivamente deshacerse de la contradicción, a través de la negación,
y del silencio porque muchos temas es vergonzoso discutir.
Ejemplos como disipar periodísticamente la
violencia con inocencia en las agresiones o esos condones sanitarios a Vox,
principios y acciones reales en las Independencias ex_autonómicas con
diferentes gastos y responsabilidades, o bien lo sagrado y lo cotidiano, como
la propiedad privada y la permisividad de su okupación.
La clave será cuando se
haga extensiva la utilización de la tabla de salvación, útil en el aprendizaje
de natación, pueden admitir que la situación resulte ridícula, pero tendrán que
aceptarla en su totalidad.
Este método burla el
canal de aguas turbias con menor resistencia, porque los deportistas con un
intelecto desarrollado a menudo poseen ese buen sentido de humor, ese humor sano
y diferente del actual sucio Monclovita, y así nos salva de la ingenuidad y la credulidad,
y nos permite penetrar más serena y profundamente en la esencia de las cosas.
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