Un matiz invisible la pobreza es un estado de
ánimo
Algunos de los
reconocidos políticos de la extrema izquierda actual en España, aunque ocultan
su deformado carácter, es tan similar, a las peores hordas de pensamiento y expresión
salvaje que hayan existido en el mundo que apelan democrático.
Aún empleando con
cotidianidad la traición, se observa que está aún puede convertirse en un
camino hacia la liberación del papel asumido por querer ser los guardianes de
un partido hundido, año a año en su propia decadencia y corrupción, aunque eso
signifique un retorno a su propia esencia.
Ante los
aburrimientos de la izquierda en -el mundo-, antes los resolvían con –superancia-
y esa necesidad de seducir, avalados por ese trampantojo entre magia y
psicología que también consistía en un deseo oculto de la época, para lograr afirmarse
como pendencieros machitos.
Porque
ellos sin un apreciado conocimiento, su extrañeza y saber se basaban como ahora,
en causar desprestigio, y en aquel momento la palabra macho se asociaba a una integridad
moral que también ellos mismos carecían.
De acuerdo
puede que el partido considerase posiblemente que hubiera muchas razones para aquella
proyectada traición. Aunque también eran conocedores que la trampa nunca
pasa sin dejar rastro en una sociedad, así que siempre existía alguna
justificación real, y el mejor coctel de esa buscada orgia seria sexo y un bribón.
El
paradigma de la parodia es que ella misma no siempre habla de la falta de honestidad,
dicen los conocedores sexólogos historiadores. ¿Por qué después
se sintieron culpables?. Sencillamente, porque
no es fácil decidirse a hacer trampa, como ahora ponerse una vacuna aunque seas
un covidiota, aun posiblemente ese extenso tiempo chino, ese de los milenios -refutara a
la RAE si el acortado termino –covi- se sustituiría por –cobi- en aras de
cobijar; y no muchos no se quedaran sin consecuencias y siempre requerirán algún
tipo de justificación.
Aunque el
comportamiento está influenciado por muchos impulsos ocultos, el cuidado de la
salud, es algo personal, que no precisa adjetivación del fascismo sanitario, es
como que el
"traidor" puede compensar la falta de interés en sus asuntos, con
pueriles cuidados y ante un nuevo reconocimiento social.
Para alguien que hace
trampas crónicamente en aras de nuevas experiencias, en primer lugar le preguntaríamos
cómo piensa implementarse creativamente,
y viendo los antecedentes de esta manera, ahora mismo con los sucesos últimos
de estos días, solo se contempla la falta y carencia de creatividad en la vida y
en aras a esta impericia actual a menudo no se compensa.
Parece una gran –superancia-
o montaje de balas a navajas; tal vez saquen el término de
–asidiotas- por su asiduidad.
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