En la actualidad el
Gobierno Español no encuentra en sus miras el progreso, y esto se observa, en
el agotamiento de las libertades civiles, y que nos han querido cercenar
durante estos últimos tres años. Periodo en el que han venido obstaculizando la
libertad de opinión tanto en los medios periodísticos como en las propias redes
sociales empleadas por el ciudadano. Y esto, junto con un ataque continuo a
instituciones solidas como la monarquía y al régimen democrático, resultan ser
un detalle decisivo y significativo sobre la importancia de las libertades
civiles y políticas en la misma configuración del destino de la nación
española.
La confianza
internacional sin querer ha desaparecido, existe un aumento progresivo de
armamento en países limítrofes como Marruecos, el cuál vulnera día tras día
nuestras fronteras, con un continuo envió de personas, o se opone o bien
obstaculiza el trasporte internacional de gas, actualmente las características
de inseguridad son impensables, cuando sus mismos aviones de guerra o cazas
sobrevuelan libremente hasta la ciudad de Sevilla recorriendo los antiguos
califatos musulmanes,
Y con todo esto, el
actual Gobierno no desea una sociedad abierta, no ofrece libertad de
información, aunque superponga una ley miope de trasparencia, o un inservible
defensor del pueblo, tan solo son costosas figuras decorativas, solo tramita su
publicidad, oponiéndose con insultos, odios y sin razones a cualquier otro tipo
de creencias.
El gobierno ahora se
desenvuelve con los principio de una guerra civil oculta que imposibilita las
características que le son propia a la Paz cívica, el progreso ni se les
espera, con sus dictados conocimientos de carencias éticas o educativas, y en
los derechos humanos, esta ausente como se observa en los diferentes
decisiones, tantos males que impulsa en muchas autonomías avalando actos fuera
de toda cordura.
Hasta ahora el Gobierno
ha sabido romper y emplear un cisma respecto a los criterios que unían a la
ciudadanía, porque hasta su llegada, los ciudadanos amaban y estaban enamorados
de la democracia, pero bajo sus circunstancias ejecutivas de desgobiernos con
bandas de delincuentes, la sociedad ha conseguido desilusionarse de las élites
gobernantes, y ahora el mismo gobierno con sus actuaciones busca que el pueblo
admita la dictadura, como “nueva realidad”.
Si analizamos la
entrada del gobierno de Sánchez este ha queriendo vender la ilusión de que el
progreso se puede lograr mediante la tecnología y la violenta persecución civil
en redes, y no mediante la observancia de los derechos humanos y las
libertades. Así es la idea de su progreso, un progreso sin libertad, y es así
en realidad como las incipientes dictaduras se proporcionan a si mismas un
acceso más fácil con esa violencia sanitaria silenciosa.
En la que resulta muy
fácil dado que están continuamente amenazando con la muerte biológica del covid
y sus derivadas, y bajo la influencia del marketing que proporcionan cálculos
erróneos de bioestadísticas, con algunas de las asaltadas instituciones
mundiales como la OMS, la influencia de su marketing agresivo de muerte,
intentan que las personas se acostumbren
a su permisibilidad.
Los ideólogos actuales
están promoviendo la idea de muerte para la libertad del mundo, no vida en la
naturaleza del mundo. Así que no dejemos que estos medios como los canales
de la televisión que son suyos nos vuelva a engañar.
Mantienen un pack
completo de hostilidades híbridas, todas trágicas, feas y criminales, desde la historia
con el avión procedente de Venezuela que aterrizo en Madrid con una carga
vírica de maletas no ocultas, que no han pasado ningún tipo de control, de
aduanas bajo el aspecto económico, social o bien de medidas de
anti-bio-terrorismo, provenientes de un régimen que avala la tortura. Solo nos queda buscar un antídoto ante esta tiranía.
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