ALEXITIMIA
LUMINOSA
La
alexitimia se caracteriza por la incapacidad para reconocer las propias
emociones y expresarlas, especialmente de manera verbal, es en realidad la confusión
en la sensación. Y es cuando una persona no puede distinguir claramente
entre sus sentimientos, por ejemplo, la ira del miedo y la alegría de la
vergüenza.
Así
cuando los sentimientos se enfurecen en el interior, de un personaje, por
dentro, no puede determinar con precisión su estado, y esto siempre le consigue
preocupar. Donde una de las razones de estas circunstancias, sobrevienen
por la escasa educación recibida. Si bien es cierto en algunas ámbitos de familias,
hablar de sentimientos no se acepta o incluso se considera de baja consideración.
Y
de aquí aparece otra aberración mas, el no me gusta como me siento entre los binarios de Irene Montero, donde estas
personas con clara alexitimia experimentan más sentimientos negativos que positivos,
si bien todas estas experiencias para ellos son fuertes, dolorosas, pueden
avergonzarlos y asustarlos. Pero ¿Por
qué no hablar de lo que les enoja? Especialmente cuando le es un trauma, y es
como la pared que crece dentro de esas personas que lo protege de las emociones
que pueden revivir el recuerdo de un hecho doloroso. Y esto también es el
resultado de la gran confusión mental que les procura ese Ministerio Canalla de
contratos de la Desgracia.
Donde a esas personas les impiden trazar una línea
entre lo que es externo (el evento) y lo interno (sus sensaciones). Para ellos,
hablar del dolor es como revivirlo. Este es un artificio de mecanismo de
defensa que les funciona a base del despilfarro público monetario.
Curiosamente,
las emociones son necesarias para protegernos, pero a todos, porque acuden en
nuestra ayuda cuando nos enfrentamos a algo que no podemos soportar. Está
claro que en la cresta de las emociones es absolutamente imposible dar un paso
atrás y, mirando la situación desde fuera, hablar de forma clara y
pensativa. Y aquellos que dicen la verdad pueden estar bajo un tremendo
estrés.
Sabemos
que las emociones no se pueden ignorar, ni jugar con ellas con semejante bajeza, como recientemente
ha realizado Almeida, así que si no les prestas suficiente atención, nos
traerán aún más problemas. Es por eso que vale la pena intentar darse
cuenta de más emociones y solo entonces tendrás capacidad de comenzar una
conversación. Es bueno si, antes de decir las palabras importantes, puedes
tomar un descanso como tu presidente y comprender el flujo de experiencias que te
han capturado. Vainilla.
¿Puedes
oler la felicidad? ¿Sabéis qué es lo que más nos agrada de la gente luminosa?
¿HUELES
YA LA FELICIDAD CON VOX?
(...no tienen necesidad de mentir !)
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