Impronta Generación
El proceso de aprendizaje de la
humanidad se determina en la actualidad, como la del propio individuo, y es
buscando el respeto, la adhesión y las simpatías de las personas que tengan la
consciencia de su dignidad, con el fin de constituir personalmente un título de
nobleza y supremacía, buscando los principios de la libertad tanto moral como
civil.
Con una soberanía y sistemática tecnología
de cambios heterogéneos, simultáneos y sucesivos, se procurara una justa economía,
que no deja de ser la ciencia infinita de la actividad humana, siendo esta una causa, y
como tal ha de tener efectos buenos o malos tal como se obre, asumiendo su
propia responsabilidad.
La sociedad vive, como el propio
individuo, en relación con el medio que le rodea, y por eso existen parámetros donde
se producen una especie de acuerdo y correspondencia continua entre las
acciones internas, externas, semejantes y comunes de los fenómenos de la vida social,
subordinados al dominio de la moral por tener estas un fin.
Sin parar en las misteriosas
fronteras de la ética, los elementos de la vida social toman origen en los
trabajos y pensamientos de todos los individuos, que en más o menos influyen en
la evolución universal de la humanidad, y que en cierto modo es solidaria de
estos trabajos, y por eso admite que la civilización, sin endogamias, en una época dada sea
función del trabajo, esfuerzo y del pensamiento de la propia humanidad que más trascienda
a la vida práctica.
La culpa engendra la pena,
pena que nada detiene;
sólo quien honra no tiene
puede jugar con la ajena.
(A. López de Ayala. El tanto por ciento)
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