Invasión de fetichismo
artístico
La metempsicosis o transmigración
de las almas de los difuntos de unos seres a otros, es una creencia profunda
del ser humano y que generalmente aunque es extendida en algunos continentes;
resultan ser virtudes del impulso que recibe el hombre del sentimiento del
infinito, que por todas partes nos sigue.
En Ghana, un importante grupo étnico,
los asantes, poseen en su lengua la palabra Kla, para designar la vida del
hombre, si este transitivo se usa como del género masculino, quiere decir la
voz que tienta al hombre para que realice el mal, y cuando se la toma como
femenino, expresa la voz de la conciencia, que nos procura apartar del peligro.
Ellos observan a Kla como el genio de las personas que son de él socorridas, al
morir todo hombre convierte su kla en sisa, pudiendo todo sisa volver a nacer.
Sin embargo, en un contexto histórico,
la veneración de que son objeto determinadas representaciones artísticas,
siempre apuntaran los detalles sobre el culto o la propia especulación que se
le procesa, bajo el único sentimiento de sorpresa o miedo excitado en nosotros
por los objetos finitos, es decir los fetiches.
Así como en la India las
tradiciones populares y la poesía épica, otorgaba un papel principalísimo a las
serpientes, también resultaban adornos arquitectónicos en compañía de apsaras,
kinnaras o gandharvas. Al mismo tiempo la mitología griega o teutónica brindaban
dragones o serpientes de zendavesta, este símbolo era considerado como de la
eternidad.
Con mucha independencia, para que
un culto cualquiera se eleve a la categoría de religión o filosofía, o también psicológicamente
a la categoría de arte, tan solo, debe existir y llegar a conciliar entre sí, la
sabiduría de lo racional, eludiendo la existencia de los principios y detalles
de lo tosco y grosero en las propias formas del simbolismo fetichista.
En siglos pasados cuando las
embarcaciones eran de vela, los marineros ataban en el bauprés o mástil, imagines
de San Antonio, o de la Virgen María a fin de obtener vientos favorables para
el viaje, en la actualidad existe la decorosa recolección de constituciones
donde se advierten la existencia de derechos a los ciudadanos.
Solo con estas premisas se
lograra proveer un convenio entre el sabio y el ignorante, el viejo y el joven,
reconociendo que si se busca elevar el humano entendimiento en la investigación
de los ideales divinos, más indispensables serán las representaciones simbólicas,
para que se logre concebir las abstracciones sublimes y puras en su propia
inexpugnable consideración.
Bajo estas circunstancias a
priori, nadie podrá demostrar que en
estas ceremonias de señales y símbolos externos, exista nada de inconveniente o
desordenado, solo con el detalle que tan solo prevalecerán los motivos de
esperanza y fortaleza de olvidados derechos perdidos.
Los sentimientos son privilegio exclusivo de nuestra especie.
Interesante tema, no sé nada de esto, pero me gusto!!
ResponderEliminar