Si logramos tener ese punto cardinal, donde todos nos inspiramos con poder llegar, podremos conseguir que la palabra amor no sea una sola y simple palabra, sino que empezara a tener el sentido y la nitidez de nuestros sueños que procuran y logran darle el íntimo orgullo.
La observación resultará inseparable a la claridad de interpretación del propio amor.
Con lo cual, poder respirar más ligero, más profundo, y más fácil, tan solo lo obtendremos con personas y circunstancias adecuadas.
El campo de las libertades individuales que integran la pareja dependerá de la distancia y serán la correspondencia continua en la que ejerzamos nuestros compromisos de amor.
Debiendo recordar que las verdades entre la propia pareja sin empatía son solo conveniencias emocionales, que las opiniones no deben desmotivar, que la sinceridad no debe lastimar la autoestima y que resulta más efectivo el silencio, frente a una humillante crítica constructiva.
El subconsciente de las relaciones íntimas forman una imagen ilustrativa, si estás resultan más lejanas en el espacio de interpretación. Dado que la nitidez no es absoluta, nunca seremos responsables de las conductas ajenas, tan solo de nuestras propias decisiones y conductas.
¿Existen los principios del amor?,..
Podrían ser, si inicialmente se basaran en la observación de fenómenos, que
puedan definirse por propiedades próximas a una ley de la naturaleza, y esta podría ser sencillamente la convivencia,
insinuándose que esta, puede recoger características, propiedades y maneras de
obrar genéricas, acordes con los comportamientos entre los seres humanos, que impliquen algunos
de los principios físicos, químicos, biológicos y psicológicos durante un
tiempo y en el espacio.
El modo de interactuar de esa
fuerza intimidatoria, que se produce entre las parejas,viene determinado por su naturaleza y
comportamiento, por los propios deseos y las relaciones conjuntas, trasladadas en el
espacio y en el tiempo, distinguiéndose desde luego por los fenómenos que en
ella se producen.
La sensación física dará lugar a
fenómenos como el calor del cariño, la luz de la ilusión, o el magnetismo del
deseo; una química conducente a la atracción o repulsión molecular; la forma biológica
de la vida circundante y el conocimiento psicológico a la sensibilidad,
inteligencia y voluntad.
Resultando que las diferentes
fuerzas de obrar pueden operar de la misma manera, como fundamentos de una
creencia, dado que combinando sus acciones, para introducir una variedad en su
unidad, procuraran con el amor la ley de la finalidad.
Este amor o principio de las
causas finales, por su carácter trascendental, entre la vida y el espíritu,
interviene en las operaciones intelectuales y morales. Para poder percibir,
juzgar, razonar, generalizar, es preciso atender, asignar un fin al acto de
nuestro espíritu.
Nuestros actos tienen el fin
especial en el conocimiento de la verdad, la realización de la belleza y el
cumplimiento del bien y por fin general conseguir, la felicidad.
La extensión científica de este
principio puede reducirse a la determinación de los fines individuales, así
como a los fines especiales y generales de los distintos sucesos. En la mayoría
de las circunstancias si no es algo que nos produzca paz, no nos interesa, ya
nadie desea guerras inútiles.
Así mismo considerar que lo único
para lo que sirve quejarse es para convencer a los demás de que no tienes el
control, siendo aspectos de determinado carácter físico, donde observaremos que
se reconcentra toda la ciencia cuando se sabe cuál es la fuerza que produce el
fenómeno y la manera de obrar.
Ausencia. Muchacha
Cuando pasa el vaivén de tu cintura
la calle queda absorta / deslumbrada si desnuda te sueña la mirada sos carne de cañón o de censura
las vidrieras reflejan tu figura y el maniquí te envidia la fachada tu presencia es un riesgo / todo o nada tu encanto es integral / base y altura
el requiebro vulgar no te arrebola parecés satisfecha con tu suerte no te inquietan azares ni aureola
quizá porque estás lejos de la muerte / ya que la sombra te ha dejado sola aprovechá la luz para esconderte
Tu presencia es un riesgo, o todo o nada. Mario Benedetti
Admítase la evolución como un
hecho y la selección natural como procedimiento, sin embargo no se puede
pretender de manera absoluta explicar los fenómenos de los orígenes en la
formación y desarrollo de las especies.
Diremos que en el frondoso árbol de
la sabiduría, nos indicara diferentes interpretaciones del sueño, de una forma
positivista como una intercomunicación de los órganos fisiológicos, junto con la espiritualidad
de un cambio de actividad anímica, y con una suspensión relativa de la
conciencia, es decir, resultando una cesación periódica de funciones vitales y psicológicas.
Mediante la observación se contemplara
una influencia directa inmediata, entre la vida espiritual sobre la orgánica, y
viceversa. Entre el cuerpo y el alma, y los lazos de unión entre los elementos
de unión material y psíquica; procurándonos una sistemática facultad de sentir,
pensar y querer. En ese consorcio de inquebrantable armonía establecida, resultando
causas ocasionales y principios vitales.
La exposición virtual o virtualidad,
con una gran semejanza a los principios regidores del sueño, se presenta bajo
dos aspectos distintos: En el primer aspecto se reproducen las imágenes, en la
contemplación o en el sueño, es decir las especies de los objetos sensibles, o
bien no hay ninguna representación, y no existe motivación. Y en el segundo
aspecto, se sustrae que es un fin profundo y reparador, ya que no deja ningún recuerdo
vivo y ningún medio de apreciar el tiempo transcurrido.
En el primer aspecto la actividad
se refleja principalmente en la imaginación, en la memoria, y algunas veces en
el pensamiento. Dado que las imágenes se forman de dos maneras: o por el
reflejo de una fantasía de una impresión generalizada, sentida en el alma, o
por la reproducción de lo que nos ha afectado agradable o penosamente, de lo
que hemos pensado o hemos obrado, Todo ello resulta ser una forma de influencia
que se ejerce en lo moral.
Tanto en el sueño, como en la
virtualidad, todo cambia, y aunque las funciones no se paralizan, hay un
predominio de unas funciones sobre otras y facultades que absorben a las demás
produciendo un desequilibrio, ejerciendo absoluta influencia en las que se
relacionan más directamente con el cuerpo, como los sentidos instructivos de la
vista y del oído, siendo el mixto o denominado el tacto, el que no funciona
dado que resulta el más importante ya que se destina a rectificar errores
cometidos por los demás.
Luego la abstracción y generalización, preparatorias del ejercicio de la razón, son imperfectas,
estando dominadas por la fantasía, dentro de los delirios más extravagantes, en
la entelequia del Alma.
La legitimidad del sueño en las esferas de la vida, como superstición de una nueva filosofía.
Según algunos de los tratados, escritos mas remotos y aún conservados, la definición de la Arquitectura en General es el
arte de edificar o construir los edificios y la misma se ejercita en la Delineación
y en la propia Construcción.
Así mismo define con inteligencia,
que en la buena arquitectura se debe atender a tres fines principales, la
decoración y el ornato en la hermosura del edificio; en la comodidad y
distribución del uso, y en la seguridad, robustez y firmeza.
Sin embargo en la actualidad la lectura
en su definición resulta tanto o más compleja, como pobre en sus comprensión racional
y es en este momento cuando la arquitectura se define a modo de culto, en un
arte de proyectar y construir edificios, es decir idear, trazar y proponer un
plan y los medios para la ejecución de algo, mediante el diseño de una
construcción, es decir la delineación de un edificio, o también puede
entenderse como el resultado de observar y extender al conjunto de
construcciones y edificios.
Y esto tan solo, es debido a la
simpleza de la sustitución o pre elección en los diccionarios en la comprensión
de un solo término, parece ser que no resulta igual el arte de edificar, como
definición antecedente y propia a su intrínseca ejecución, como se entiende en
la actualidad el arte de proyectar con sus propios resultados.
Y en realidad, después de un
tiempo de permanencia de la citada definición, con sus infinitas especulaciones
y detrimentos humanos, así resulta verse en la infografía forense, donde se
puede observar mediante el continuo marketing virtual, que nos invaden las
redes sociales, llenas de imágenes de proyecciones edificatorias bellas, carentes
y sin una propia ubicación, recién salidas e implantadas de sus cirugías ofimáticas,
rebosantes de interacción, para engordar las pretensiones artísticas de la arquitectura
de la ciencia ficción y poder acicalar los sueños inalcanzables del noventa por
ciento de la población.
Con lo cual, con toda certeza las
definiciones producen con el tiempo, efectos socialmente depredadores y transcendentalmente importantes
en el sostenimiento de una psicología ética.
El grado superlativo, es un vil manifiesto
social de un espíritu vulgar, que viene a definirse como algo a considerar como
muy grande o desmesurado, o tal vez, la pretensión figurativa de una ambición
excesiva, mayor de lo común, que roza lo descortés, lo insolente y atrevido.
La inteligencia, puede ser el espíritu
de la sabiduría, y consiste en una aspiración constante por ampliar el radio de
acción de la esfera de nuestros conocimientos, inspirándose en las causas de
los fenómenos realizados en el tiempo y en el espacio, adquiriendo verdades e
intentando estar en posesión de sus leyes.
Sin embargo, entre las sociedades
de los individuos, suceden innecesarios y desafortunados fenómenos no
evolutivos, que con cierta endogamia, resurgen en un sentido u otro, evalúan y juzgan a otros, intentando
desorientar una y otra vez, en la capacidad funcional que puedas poseer y actuando
con carácter temporal y puramente relativo, procuran manipular y mediatizar
ambiciosamente circunstancias sociales en un momento determinado, para que
estas atrapen resultados inmemoriales con carácter trascendental.
Con el tiempo y su propia evolución
se podrá observar, individuos en el que sus propios principios, no avanzan y no mejoran no pudiendo ser adquiridos por la percepción, ya que esta no nos indica fenómenos reales,
realizados en el espacio y tiempo. Ni por la inducción, que nos da un preciso
conocimiento de la ley, ni por la
deducción espontanea por estar comprendida en las premisas de la realización y ejecución.
El consuelo de la disfunción, falsificación o la
misma consolidación de textos, es un intento de apoyarse en una teoría dinámica de manipulación.
Es en realidad volver a caer históricamente, en el sueño de representar única y
nuevamente virtualidades ejemplarizantes y escénicas, con principios de
identidad que serán nuevamente postergados, y que con el tiempo resultaran ajenos
a toda la sociedad, siendo estas las graduaciones superlativas habilitantes dentro
de los individuos en la especie y de las especies en el género.
Con humildad analizaremos que nuestro
destino, nunca será un lugar, sino que resultara una nueva manera y forma de ver
las cosas, resultando obviamente que con exclusividad, solo la razón es la que
nos puede dar las ideas trascendentales, y los conceptos elaborados por ella,
siendo este el único origen de los principios, conociendo las leyes, sabiendo
las causas, constituyendo la ciencia que nos enseña a dudar en lo dudoso, a
creer en lo cierto, a desechar lo erróneo, a no confundir lo probable con lo
verdadero y a no rendirse a las apariencias, ostentando la tecnología en sus
diversas manifestaciones en el progreso, aspectos, riqueza, esplendor,
exuberancia, gracia y hermosura.
Aunque no se quebrante tu silueta en la arena aunque no vuelen tus párpados en la ausencia no te vayas por un minuto bienamada. (Pablo Neruda)
Entendemos que el Arte es un afán
del espíritu, y resulta innegable decir que existe en el humano espíritu, una
secreta intuición, y también junto con la observación, en la conciencia, un presentimiento
de la existencia de una divinidad infinita, es la razón de un principio primordial
increado, como manantial de las leyes fundamentales universales y de las
relaciones que se tienen entre sí.
El cansancio intelectual de
nuestra época habla muy poco a favor de nuestras aspiraciones, intentar buscar
en la filosofía existente, un medio salvador del arte, es imposible, esta
termina resultando una locura mental, permaneciendo como manicomio de la
inteligencia con únicamente una tendencia vivida sensitiva; correspondiéndose que
la filosofía nunca podrá suplantar el alma de la idea , el alma es luz que
oscila cuando ante lo genial se detiene y es lo mismo que procurar buscar entre mojadas
cenizas un chispazo para encender una hoguera.
La ciencia es innovadora de las
artes, cuando la inspiración la asimila a su inteligencia idiosincrasia; la
ciencia impera en toda mutación siempre que esta mutación obedezca a un
arranque sublime del pensamiento; la ciencia transforma las escuelas artísticas
siempre que los artistas encuentren el ella un rayo de luz soberana que
envuelva sus sentimientos, o un manto de sombras que encubra el disco
esplendido del astro de su idealismo.
El vigor y la limitación de la
existencia, tiene su propio termino en la peregrinación del Arte, resultando
este el propio derrotero de la humanidad, una huella que sigue al pensamiento
humano y una base del incesante y continuo progreso marcado por la ley natural.
El arte se universaliza con los instintos, siendo el vértigo de las civilizaciones.
La belleza suele manifestarse
tomando una forma sensible, que habla a los sentidos, siendo medios, por los cuales el espíritu humano
entra en ejercicio, procurando en él mismo la pura y desinteresada afección estética,
resultando la inesperada aparición del arte en la esfera propia de los
principios.
Cuando nuestro móvil, resulta ser,
encontrar la esencia de la belleza, cualquier tipo de producto de nuestra
actividad, lo consideraremos como Arte. Dado que toda materia reviste una forma
y responde a un principio sustancial, resultando este dualismo, aún con diferentes
tendencias contradictorias, el que procura satisfacer necesidades materiales y así
mismo llenar un afán de inmateriales deseos del alma.
La naturaleza en sus tres reinos,
animal, vegetal y mineral, contribuye de una manera definitiva en la creación artística,
mediante un esencialismo y formalismo que le es peculiar, donde se pueden
contemplar las sabiduría de sus leyes, la variedad dentro de la unidad, la
complejidad dentro de la sencillez, la armonía que preside a todo su desenvolvimiento,
los encantos que atraen u seducen, las elegantes formas, los vistosos colores,
las bellezas que nos originan emociones estéticas.
Existe una belleza de los
movimientos, de los sentimientos, o bien podíamos denominar de las sensaciones,
son bellezas que están formadas con fuerza, armonía, y gracia, donde se revela
una voluntad en armonía con su propio medio y las demás voluntades, son características
que se corresponden al propio tiempo de lo bueno y a lo bello. Y reconociendo
que como el arte es un juego, lo agradable no es lo bello, aunque tienda a
convertirse, es como el juego del arte a mezclarse en la vida. Y de aquí resultara
a confundirseel Arte con la existencia.
La ideas en el pensamiento del hombre y su interpretación , constituyen una aproximación al arte.