REFERENCIA APICE

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viernes, 21 de septiembre de 2018

La bondad del momento


La bondad del momento
¿Existen los principios del amor?,.. Podrían ser, si inicialmente se basaran en la observación de fenómenos, que puedan definirse por propiedades próximas a una ley de la naturaleza,  y esta podría ser sencillamente la convivencia, insinuándose que esta, puede recoger características, propiedades y maneras de obrar genéricas, acordes con los comportamientos  entre los seres humanos, que impliquen algunos de los principios físicos, químicos, biológicos y psicológicos durante un tiempo y en el espacio.
El modo de interactuar de esa fuerza intimidatoria, que se produce entre las parejas,  viene determinado por su naturaleza y comportamiento, por los propios deseos y  las relaciones conjuntas, trasladadas en el espacio y en el tiempo, distinguiéndose desde luego por los fenómenos que en ella se producen.
La sensación física dará lugar a fenómenos como el calor del cariño, la luz de la ilusión, o el magnetismo del deseo; una química conducente a la atracción o repulsión molecular; la forma biológica de la vida circundante y el conocimiento psicológico a la sensibilidad, inteligencia y voluntad.
Resultando que las diferentes fuerzas de obrar pueden operar de la misma manera, como fundamentos de una creencia, dado que combinando sus acciones, para introducir una variedad en su unidad, procuraran con el amor la ley de la finalidad.
Este amor o principio de las causas finales, por su carácter trascendental, entre la vida y el espíritu, interviene en las operaciones intelectuales y morales. Para poder percibir, juzgar, razonar, generalizar, es preciso atender, asignar un fin al acto de nuestro espíritu.
Nuestros actos tienen el fin especial en el conocimiento de la verdad, la realización de la belleza y el cumplimiento del bien y por fin general conseguir, la felicidad.
La extensión científica de este principio puede reducirse a la determinación de los fines individuales, así como a los fines especiales y generales de los distintos sucesos. En la mayoría de las circunstancias si no es algo que nos produzca paz, no nos interesa, ya nadie desea guerras inútiles.
Así mismo considerar que lo único para lo que sirve quejarse es para convencer a los demás de que no tienes el control, siendo aspectos de determinado carácter físico, donde observaremos que se reconcentra toda la ciencia cuando se sabe cuál es la fuerza que produce el fenómeno y la manera de obrar.


Ausencia. Muchacha
Cuando pasa el vaivén de tu cintura
la calle queda absorta / deslumbrada
si desnuda te sueña la mirada
sos carne de cañón o de censura

las vidrieras reflejan tu figura
y el maniquí te envidia la fachada
tu presencia es un riesgo / todo o nada
tu encanto es integral / base y altura

el requiebro vulgar no te arrebola
parecés satisfecha con tu suerte
no te inquietan azares ni aureola

quizá porque estás lejos de la muerte /
ya que la sombra te ha dejado sola
aprovechá la luz para esconderte 

Tu presencia es un riesgo, o todo o nada. Mario Benedetti





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