Como Obrador si hay dos
Lograr definir el verdadero concepto de la idea del espacio y del
tiempo, de una civilización, resulta de gran significación, dado que subestimar
la medida del tiempo, puede resultar para nosotros como el entendimiento de la
duración infinita y absoluta, sin principio ni fin, y subjetivamente constitutiva
de la eternidad.
Admitir en exclusividad circunstancias de estas cualidades, es tan solo
la creencia primitiva de una existencia posible de identidad por la inducción,
y no sería por una percepción de nosotros mismos apoyadas por la memoria, ni
tampoco sería una realidad, sin ese criterio de duración infinita, ni nos sería
posible tener idea de ella, sin la concepción del tiempo absoluto e infinito.
Dejarse inferir intelectualmente en este conocimiento, no es un vano
juego de la fantasía, son las ideas ajenas que nos corrompen y se intentan forman
en nuestro espíritu, y esta lucha por la contradicción y el entendimiento, resulta
la nueva invasión, sin sustancia ni causa, pero que hacen posible la duración en
la condición necesaria de la histórica eternidad del universo. Y es así, como
se le llama inmenso con relación al espacio, y eterno con relación al tiempo.
Reconocemos que los cambios y modificaciones no son esenciales al
tiempo, lo son a las cosas que tienen principio o fin y existen en el tiempo;
la duración de un ser que no sufre ni puede sufrir modificaciones en el tiempo
absoluto es exclusivamente la eternidad.
La duración de las cosas creadas, es el tiempo relativo, porque en
ellas hallamos la sucesión y por consiguiente, la relación de antes y después, lo
que ha existido en el pasado, presente y futuro, serán tres momentos puramente
relativos, y por tanto aplicables a las cosas que comienzan y acaban; mas de ningún
modo a las abstracción de la energía primitiva del alma de las civilizaciones,
porque aunque en este todo son el presente, nada pasado ni futuro y este para México,
sea el verdadero concepto de la idea del espacio y del tiempo, que nos
suministra la noción de la unidad, de la pluralidad, de la totalidad, del todo
y de las partes, del género y de la especie.
La concepción de los principios de la moral, pueden ser brillantes especulaciones metafísicas.
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