Feliz o
infeliz, concepto de indecibilidad
¿Podremos tomar una píldora que nos dé la
felicidad?
Hemos de
tener claro que el concepto de indecibilidad al igual que resulta contrario a
la lógica también lo es a la felicidad.
En un
sentido médico asumimos que la felicidad seguramente tenga que ver con la
liberación de sustancias neuroquímicas, como neurotransmisores o estados de
equilibrio desde el punto de vista hormonal, estas sustancias químicas, como la
adrenalina o la serotonina, ya que son
simplemente los mediadores de esa transmisión, los procesadores, pero no son el
almacén ni de la felicidad ni de su contenido. Tal vez sí, hay un componente
químico detrás de la felicidad que se basa en un equilibrio de estas sustancias.
También sabemos
reconocer que existen las vías y centros nerviosos que correlacionan y provocan
sentimientos de placer. Incluso unos centros de placer en el sistema nervioso
central.
Pero también
hemos de tener en cuenta la buena salud física y mental, y los medios
económicos que nos permitan vivir de forma cómoda.
Con lo cual,
por mucho que se nos plantee una ecuación de la felicidad de modo global, nunca podría llegarse a la fórmula matemática
exacta.
Ya el
matemático británico, Alan Turing que
descifró las comunicaciones confidenciales de los nazis en la Segunda Guerra Mundial,
llego a demostrar que algunos problemas eran indecidibles: las matemáticas más
abstractas se quedan cortas para resolverlos, resultando ser una cuestión
central de la física teórica.
Recientemente
se han estudiado es el llamado problema del gap espectral, la energía necesaria
para que un electrón pase a un estado excitado. Los materiales que se
convierten en superconductores de corrientes eléctricas, por ejemplo, tienen un
gap espectral pequeño, que permite que cambien radicalmente sus propiedades. En
el el Instituto de Ciencias Matemáticas (Icmat), han demostrado que aunque se
disponga de la descripción completa de las propiedades microscópicas de un
material cuántico es imposible determinar si tendrá o no un gap espectral.
La revista
Nature recientemente pública los resultados dado que tiene consecuencias
sorprendentes. Estos predicen la existencia de sistemas cuánticos con
propiedades no observadas todavía, tal como formula el equipo del matemático e investigador
Pérez de la Universidad Complutense de Madrid y los físicos Michael Wolf, de la
Universidad Técnica de Múnich, y Toby Cubitt, del University College de Londres
. Si añades un átomo más de longitud a un material con propiedades ya
conocidas, esas propiedades pueden cambiar radicalmente aunque el material sea
el mismo; por ejemplo, puede pasar a ser magnético. El material detecta su
propio tamaño.
Hasta la
fecha se observa que han trabajado con sofisticados modelos matemáticos, como
si de una carta de amor se tratare y ahora se intentará llevar a la realidad las
citadas conclusiones en el laboratorio, con materiales cuánticos reales. Podrían
ser bienvenidas las aplicaciones en el sector tecnológico de materiales que
fueran capaces de cambiar radicalmente de propiedades al añadir una sola
partícula.
Amor vendimia. - Sobre
cartas de amor
Una
carta de amor
no es un naipe de amor
una carta de amor tampoco es una carta
pastoral o de crédito / de pago o fletamento
en cambio se asemeja a una carta de amparo
ya que si la alegría o la tristeza
se animan a escribir una carta de amor
es porque en las entrañas de la noche
se abren la euforia o la congoja
las cenizas se olvidan de su hoguera
o la culpa se asila en su pasado
una carta de amor
es por lo general un pobre afluente
de un río caudaloso
y nunca está a la altura del paisaje
ni de los ojos que miraron verdes
ni de los labios dulces
que besaron temblando o no besaron
ni del cielo que a veces se desploma
en trombas en escarnio o en granizo
una carta de amor puede enviarse
desde un altozano o desde una mazmorra
desde la exaltación o desde el duelo
pero no hay caso / siempre
será tan sólo un calco
una copia frugal del sentimiento
una carta de amor no es el amor
sino un informe de la ausencia.
no es un naipe de amor
una carta de amor tampoco es una carta
pastoral o de crédito / de pago o fletamento
en cambio se asemeja a una carta de amparo
ya que si la alegría o la tristeza
se animan a escribir una carta de amor
es porque en las entrañas de la noche
se abren la euforia o la congoja
las cenizas se olvidan de su hoguera
o la culpa se asila en su pasado
una carta de amor
es por lo general un pobre afluente
de un río caudaloso
y nunca está a la altura del paisaje
ni de los ojos que miraron verdes
ni de los labios dulces
que besaron temblando o no besaron
ni del cielo que a veces se desploma
en trombas en escarnio o en granizo
una carta de amor puede enviarse
desde un altozano o desde una mazmorra
desde la exaltación o desde el duelo
pero no hay caso / siempre
será tan sólo un calco
una copia frugal del sentimiento
una carta de amor no es el amor
sino un informe de la ausencia.
( Mario Benedetti - La vida, ese paréntesis )
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