El sílex labrado del populismo.
Intentar reiniciar, fenómenos de xenofobia, frente a la evolución de
las razas, lenguas y costumbres, todo ello, sólo conduce vagamente, a admitir,
un periodo humano corto ciertamente, como fracción del tiempo geológico, pero
largo comparándolo con el tiempo histórico o cronológico y todo ello de
inadmisible responsabilidad.
La falta u omisión, de una base aritmética, en temas, como contaminación
ambiental, cambios demográficos o climáticos, produce que lo mismo puedan
admitir periodos muy largos o cortos.
En ninguna parte, como en América, mantienen y se procuran, mediante el
chismorreo, desconocimiento, ignorancia y manipulación, todas las cuestiones antropológicas
que más difíciles, quieren siempre, hacer por resolver.
Incluso habiendo tenido, en su momento, un amanecer esperanzador con el
primer descubrimiento de la antigua ciudad de Hochelaga, cuyos habitantes pertenecían
a un grupo de tribus de origen iroqués, cuya raza provenía de la edad de
piedra, donde se ha llegado a conocer que conservaren ciertas instituciones
sociales, cierta gramática y lengua particular.
Donde su descendencia se ha observado
mejor, dado que en Europa todo es más complicado ya que la genealogía de un
inglés, irlandés ó francés contemporáneo, abraza todas clases de genealogías
desde la paleolítica o neolítica, hasta la celta, romana, germana o
escandinava.
También, desde el siglo XVI se sostuvo en su momento y se discutió sobre la hipótesis de que el continente
americano, haya sido poblado a causa de una población originaria del Norte, sin
embargo la existencia de indios como los botucodos, mantuvieron mayor semejanza
y aspectos asiáticos, con habitantes del Asia Meridional. El mismísimo Cristóbal
Colón consideró y describió a los caribes o caribeños como asiáticos.
Sin embargo en EEUU, su original y artificiosa filosofía, sin auxilio
de la filología, ha sido combinar todos los métodos para definir grandes grupos,
tales como el algonquín que dicen que se extiende desde la bahía de Hudson
hasta Virginia, y también el atapascán, que iba desde la bahía de Hudson a
Nuevo Méjico.
Si volviéramos a estudiar la marcha o el sentido de la civilización en
el continente americano, fundándose en la distribución de las plantas cultivadas,
como maíz, tabaco, cacao, ..etc .Es de todos admitido que la agricultura comenzó
en Méjico y centro de América, extendiéndose hacia el Norte por el valle del Misisipí,
no llegando hasta mucho mas tarde a la región de los grandes lagos; el arte de
los indios tuvo su origen en Méjico, si puede seguir dominarse arte a la
alfarería rudimentaria o grosera.
De aquí, sí consideramos que parece natural, que hoy en día, el continente
americano se ha poblado por el norte, podemos distinguir dos tipos de
movimientos, uno el de emigración de las razas primitivas y otro el movimiento
de la civilización, verificado gracias al trabajo y expansión de la agricultura
en sentido inverso, de Sur a Norte.
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