Antiprogreso@Emociones
Las
personas normales integrantes de la ciudadanía observan que su paciencia se
está colmando, parece que seriamente sus instintos, ya se están empezando a
cansar, es esta constante aburrida de vida que nos brindan los gobernantes a
diario.
Los
dirigentes actuales no propugnan distinciones diferentes de emociones dentro de
nosotros mismos, o bien frente a otros seres humanos, su acción de interjección
ideológica, está fuera del contexto y del pensamiento de esta década, donde todo
este desorden y esta deriva crea una enorme inseguridad e incertidumbre, y si
no se efectúa un serio análisis de sus palabras y actos, estarían propiciando
caer al sometimiento directo o indirecto efectuado por ellos.
Su
propaganda induce un marcado empobrecimiento de esa ignorancia “globalista”, que
desea perpetuarse con idealizadas agendas incorporadas a un pin y a esa
polisemia colorida de parvulario, que intentan y hacen pasar por esencia de elucubraciones
y raciocinios humanos, con algunas de sus ideológicas pretensiones.
Si
y así es, como se perpetuán en los cargos por ideología y no les importan
repetir ya una cuarta ola, o una veinteava.
Porque
en los diferentes ámbitos de cierres perimetrales que proponen en las distintas
autonomías, tal como se lee en los periódicos, la mayoría los mantienen bajo
decisiones fuera de los criterios coherentes estadísticos en demografía, que se
emplean ejemplarmente en el control de las epidemias, donde las variables se
deben regionalizar en conformidad a los diferentes aspectos de los territorios.
Es
más la sorpresa y gran duda sería que lleguen a saber emplear las herramientas
estadísticas en un simple libro u hoja Excel. ¿En qué manos estamos?.
Todo
son acciones, que funcionan bajo una única alta carga de miedo y resultan muy
reiterativas e impertinentes, en las que nos obligan a funcionar a su gusto
cambiante, aunque sea con ese cariño desafectado, que a cada instante
discriminan entre todos nosotros, como las últimas propuestas y autorizaciones
para perpetuar el voto en Cataluña. Nada tiene sentido.
Se
han posicionado en la única actitud de pretender poseer un nivel de
sometimiento al ser humano, bajo distintos aspectos, con sanciones, mediante
esta mantenida y silenciosa guerra biológica, que en su imperio repite con mutaciones,
con el fin de que su poder se prolongue en el tiempo, bajo nuestra debilidad.
Las
circunstancias en el que propician reprimir la movilidad, y con ello la
evolución de la economía, donde en los antecedentes apenas han evitado
establecer controles y donde el poder ahora pretende envenenarnos con carnes
artificiales, o bien queriendo suprimir el dinero en efectivo, o también evitar
el sentido común, o definir únicamente la historia de su incultura, con la
disminución de la libertad y así el sustento de nuestras necesidades.
Al
frente desde luego que no están las personas adecuadas para acortar esta
crisis, es más apostaría, que las actuales poseen por una similitud coincidente
entre ellas, de cierta neurosis, que sostienen no sólo un conjunto de complejos,
también alguna enfermedad mental, tal como refleja tener el líder mundial chino
o bien el multimillonario Gates.
Que
justificando ser un gran inversor de empresas de carne artificial, ahora afirma
nuevamente que presionará a los gobiernos para que regulen el mercado exigiendo
a las naciones ricas, que coman carne sintética y apuesta por
"forzar" su consumo, a pesar que le subvencionaron con los 125
millones de euros, sin sentido de trasparencia, que le dio el presidente actual
del gobierno.
Este
empresario parece que se adinero gracias al desarrollo tecnológico de la
informática, con una posterioridad reciclaje de su fortuna en el área de la
farmacología en vacunación sanitaria y ahora pretende que comamos su mierda
artificial, que va producir en sus nuevas factorías biotecnológicas e
instalaciones.
Debería
jubilarse, viajar por otros planetas y olvidarse de intentar dominar al género
humano. Porque en realidad no llegara a conseguir sus propósitos comunicativos,
dado que no nos va a aportar nada, ni tan siquiera coherencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario