Los Sabios aparentes
En realidad, desconozco,
si hubiese aguantado, la ridiculez de los tiempos, si hubiera nacido cien años
antes, aunque únicamente sé, que no puedo tolerar la superficialidad, de la
multitud, de sabios aparentes, de que se ha mudado, este mundo globalizado.
Y en la presente actualidad,
surge como un torrente de sucesos, que arrebata cuanto encuentra y no hay obstáculo
que oponerle, sino con otro, de igual naturaleza, a saber, con idéntica superficialidad.
La costumbre de afectación,
en la excesiva austeridad, de décadas pasadas, procuraban que los ademanes
serios, eran tenidos como característicos de sabios, y se ha seguido en el
presente, con una ridícula relajación en lo mismo.
Anteriormente se
estimaba y se creía, que no se podía saber, sin esconderse de la gente, tener
el hábito de fumar mucho tabaco, poseer mal genio, hablar poco y no ser comunicativo,
salvo con veces facultativas, aun en los entornos familiares.
En estos momentos,
resulta al contrario, pensamos y creemos que para saber, no se necesita más que
entender el inglés medianamente, poseer conocimientos de usuario y una discreta
adicción digital, frecuentar las redes sociales, los eventos y diversiones
públicas, murmurar del pasado reciente, y afectar con ligereza las materias más
profundas.
Y con todo esto,
observamos que los diferentes tiempos son como los humanos, pasan fácilmente de
un extremo a otro, y pocas veces se fijan en el virtuoso medio.
Bienvenido a mi mundo,
verás algunos eruditos
procura no asustarlos,
enamoran al primer suspiro.
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