En realidad buscamos siempre un camino ante el reloj de arena que nos da la vida, y si partimos de la premisa de que puede ser cierto que todos nacemos con un ángel, el final de este sueño debería ser bueno, pero sin embargo no nos conformamos, y en ocasiones nos olvidamos respirar y buscamos conocer otro, pero lo que nunca sabemos si esta búsqueda la hacemos nosotros mismos o bien la realiza nuestro propio ángel, y ante el fantasma de la soledad, todo transcurre entre lo cruel y la casualidad.
Lo divino del amor en muchas ocasiones es la novedad combinada con cierto riesgo y aventura, presentando y arrancándose estos medios como valores obligados en la forma de navegar en el querer, que tiene nuestro corazón.
Por lo que la evolución de los sentimientos y el tratamiento emocional del amor, resulta como siempre ser una de las preocupaciones mas severas del entendimiento y la comprensión generacional, resultando uno de los galimatías mas sorprendentes y divertidos de ese diario amanecer, que día a día , con sus destellos, nos deslumbra nuestras queridas áreas de penumbra y viciado confort que anheladamente intentamos poseer y controlar.
El Amor como el sueño es una realización de deseos.
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