Lo que resulta decisivo en el cortejo es la gravedad del tono de voz, la modulación de la frecuencia constituye uno de los parámetros mas poderosos en el flirteo humano.
Con lo que poco importa lo que se dice, los hombres agravan su tono de voz cuando se encuentran frente a una persona por la que siente atracción sexual. Esta persona descifra entonces este modo de seducción subliminal, incluso si las palabras resultan inteligibles o las pronuncia en otro idioma.
La mujer también manipula su voz de manera espontánea ante posibles rivales, sobre todo si son bellas. En su caso, lo que varia es la modulación de la frecuencia del habla.Curiosamente, estas circunstancias pierde su eficacia cuando se trata de evaluar la simpatía del emisor.
No obstante, deberemos adquirir una buena autoestima y cultivar el pensamiento positivo, para no confundir seducción y avasallamiento.
Constantemente deberemos despertar el deseo a base de complicidad y la atracción mutua, respetar el espacio que la propia pareja marque, detenerse en los detalles y aprender cuando ha llegado el momento de la caricia o del beso.
El cortejo y la seducción como en todo proceso de comunicación, hay que cuidar los ritmos y debe existir un mensaje de ida y otro de vuelta. Y si es preciso recurrir al lenguaje expresivo y conocer las claves para descifrar cada gesto o movimiento y también conocer aspectos íntimos como el perfume corporal propio.
En el buzón de tiempo hay alegrías
que nadie va a exigir / que nadie nunca
reclamara / y acabaran marchitas
añorando el sabor de las interperies
y sin embargo / del buzón del tiempo
saldrán de pronto cartas volanderas
dispuestas a afincarse en algún sueño
donde aguarden los sustos del azar.
( M.Benedetti).
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