Podemos ir
desnudos
El
entendimiento es una combinación de la conciencia y de los sentidos externos
con la imaginación y la memoria. Y uno se pregunta porque el vicepresidente
aludía sonriendo que algunos se referían a que ellos mismos habían traído el virus o pecado.
Reflexionando,
así como, el entendimiento convierte en unidad la diversidad de intuiciones,
así la razón, convierte en unidad la diversidad de los principios del
entendimiento.
Pues todo
conocimiento empieza por los sentidos; de allí sube al entendimiento y después se
cose a la razón, sobre la cual no hay nada en el alma que pueda modificar la
materia de la intuición, e imprimirle la más alta unidad del pensamiento.
La razón tiene,
como el entendimiento, un uso puramente formal, esto es, lógico cuando hace abstracción
de la materia del conocimiento; pero ojo, también tiene un uso real, cuando da
origen a ciertas concepciones y a ciertos principios que no proceden ni de los
sentidos ni del entendimiento.
En esos
juicios se distinguen por la cantidad, la cualidad, la relación y la modalidad. Pero
el raciocinio descubre la relación, es decir, el vínculo por el cual el
atributo de la conclusión se une con el sujeto.
Y se contemplan
tres formas o clases el primero mediante un razonamiento categórico, conduciendo a un
sujeto que deja de ser y no puede ser predicado; segundo un razonamiento hipotético,
apoyado en la relación causa y efecto, conduciendo a una suposición que no
presupone nada; y tercero un racionamiento disyuntivo fundándose en la relación
del todo con las partes, y así conduce a un agregado completo de las partes de
una división.
En realidad está
explicando una idea trascendental, bajo la forma de la psicología, bajo las
condiciones dadas de la cosmología, elevando la razón a una teología natural.
Así que
utilizando paralogismos, antinomias y las categorías de lo ideal, intenta sostener
las ideas de la realidad objetiva, sosteniendo que el sabio es un ideal, esto es un hombre que no existe
sino en el pensamiento, pero que concuerda perfectamente con la idea de la
sabiduría.
Este ha sido
un punto de otro incauto lamento que ha pronunciado esas palabras de mera curiosidad y bajo
soslayo de ningún interés, siendo un conjunto de extravagancias y de delirios de esa conciencia de las sombras de ese tirano, que apenas pueden darse cuenta las generaciones actuales, y que están constituyendo
uno de los puntos más significativos de sus propias creencias, de su moral, de
su justicia, tan ajenas y distantes de nuestra humana manera de ser.
"Arriba; empieza su trinar suave, dormid tranquilos todavía".
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