Mendigo Mental
Intolerable
observar, en el día de hoy, como es el actual patético presidente de las
autoridades del comunismo social; donde al mismo tiempo hace entender que intenta
ayudar algunas artificiales instituciones extranjeras, y continuamente esta
desdeñando con su minusvalorada indiscreción y absoluto silencio a las de su
país.
Siendo así, con
ninguna otra forma o manera, sostiene una actuación impúdica de su falso
programa electoral, siempre a justificar por seguir influyendo con la conveniencia
en la interpretación de leyes de moda o por mantener ese espíritu de rivalidad,
de su propio enemigo invisible.
Juzgar su
propio trabajo en las instituciones, es siempre tarea difícil para quien no
confía en sus talentos y no goza de la confianza de sus votantes, y ve como día
a día, disminuir sus influencias.
Pero esta
dificultad crece y se agiganta, originando nociones de censura, llegando con el
tiempo a mostrarse insuperable, sabemos por lastre, y estando preparados que sólo buscará la vil amenaza del enfrentamiento.
Más tarde
justificará de alguna manera los sucesos, tal como me explico en su momento aquel
médico que había liderado y falseado en concomitancia con algunos integrantes
republicanos de la universidad extranjera, los estudios de la diferencia de ADN
del habitante de vascongadas.
La actuación
hasta ahora ha resultado ser el troquel de una forma mediática y concreta,
reprobadas con facultades que lejos de constituir un sencillo programa en
actuaciones evolutivas con una cronología documentada, que apareciese ante
nuestros ojos como la madeja que se devana sin nudos ni tropezones, una y otra
vez sólo recorren el lapso de 102 años para volver luego atrás e intentar
tornar adelante.
Para un
ciudadano democrático normal, fundar estas imposiciones que aunque los
patéticos denominen ocultamente “ficticias”, son nuevamente un esquema fallido,
es malnacido, deforme, que con cierta ocultación intenta subirse a la chepa de
la totalidad de los ciudadanos, donde siempre está mirando, e intentando mal
copiar periodos de completa desgracia cívica.
Como
aquellos en el que Indalecio Prieto incautaba, arrancando al pueblo la inmensa y
mayor colección del mundo de la numismática, con un valor incalculable, que
englobaba todos los periodos de la civilización, donde estas monedas del Museo
Arqueológico Nacional de España, junto con otros muchos tesoros, fueron incompresiblemente
fundidas en lingotes de oro, y extraídas del país para mantener los gastos de
sus eméritos exilios republicanos.
Lo irrisorio
es que sólo ellos se logran a autorizar a repetir la historia, la contienda, y
el posible crimen, mientras tanto a beneplácito de lo que entienden como la
nueva normalidad de las oportunidades del pueblo, ya no será necesario que se gane por la valía
del trabajo efectuado, incluso los niños en la ESO o bachiller no repetirán, ahora
pretenden premiarlos estimando solo la incompetente sumisión.
Formándoles
con una educación sectaria, que no valore el respeto desde el origen de la
educación, donde estas circunstancias se asemejan y todo está encadenado a
sucesos análogos de la psicológica criminalista de la república; como antes y ahora vemos sus desengaños y no son capaces de
intentar conocer más mundo que el que han suspendido y no llegan a intentar pasar
a tratar otros temas diferentes y fundamentalmente necesarios.
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