Usted Abusó
La idea, de que las
sociedades humanas, presentan fenómenos, sujetos a leyes constantes, son antiguas
similitudes, de las leyes políticas y de sus efectos. Todo reside en estudiar,
el arte de actuar, sobre los hombres, con ingeniosas legislaciones.
Proveer fabricar,
determinados hechos sociales, para que sean objeto, de una actuación y dispensa
política, se debe procurar que obedezcan, a leyes menos precisas, tal vez
europeas, donde esa atendida inflexibilidad, pueda ser adulterada; Sin embargo,
la interpretación de esa noción resulta tóxica, y aunque lentamente, en
nuestros días, si empieza a penetrar en los ánimos.
Todas las cualidades
ocultas, del singular y reciente viaje a Madrid, efectuado por la autoridad
venezolana Srª Delcy Rodríguez, no debe de extrañar a nadie, dado que los
hechos sociales, más complejos del mundo civilizado, siempre se atribuyen, en determinadas
circunstancias, a causas o diálogos misteriosos, en los que hasta hora, no se
haya querido observar, tampoco ver, ni descubrir las causas de su
encadenamiento.
Porque desde siempre,
las leyes positivas, es decir las leyes establecidas, por los hombres, de
diferentes civilizaciones, me refiero en un mismo tiempo, tanto sean anglosajonas,
hispanas, orientales,… procuran que en la economía política, sea una aplicación, más importante del método científico, a los propios hechos sociales; aunque esta,
resulte una aplicación, limitada a un orden, de hechos particulares, siendo los
que se relacionan, con la producción y la distribución de la riqueza.
Así que abandonar, en
su conjunto todos los fenómenos, que presenta el desarrollo, de las necesidades,
son los principios del coronamiento de una filosofía sintética, donde las aplicaciones,
de esta teoría a los fenómenos de la vida, y a los movimientos intelectuales,
sostienen la tarea de someterla, a las circunstancias sociales. Resultando
imposible apreciar, ni aún a comprender, sin tener idea somera, cuando menos,
del conjunto de sistema cuya parte integrante constituye.
Pájaros
de audaz vuelo
que
vais volando, volando
hacia
mi nativo pueblo.
Si inmediato
llegáis vosotros,
he
de llegar yo más rápido,
pues
para volar, no hay alas
como
las del pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario