REFERENCIA APICE

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miércoles, 20 de mayo de 2020

El siguiente arresto....caminar por el lado salvaje.


El siguiente arresto

Lo que se denomina el bien humano, el bien total y absoluto del hombre, puede considerarse bajo dos puntos de vista, como bien del individuo o como bien de la humanidad. Porque existe un bien que llamamos bien individual, y otro bien que se denomina bien social.

En el día de hoy, intentar averiguar el sentido de una denominada reconstrucción, sin antes definir cuál de esos dos bienes se dirige especialmente la inactividad o actividad económica, es igual que intentar dilucidar si un hombre trabaja para sí, para un grupo determinado de interés económicos o para los demás hombres.

Formular estas cuestiones, es equivalente a querer resolverlas, pero hemos de matizar que evidentemente todos los actos humanos que impliquen sacrificio, o renuncia del bien propio, para querer atender un determinado bien ajeno, como lo hace Amancio Ortega, nadie los considerará económicos, por abstracción. Siendo esto, los ingredientes de una limitación de la inteligencia, en la aplicación de la división del trabajo, dentro de los aspectos de la lógica. 

Cuando analizamos la historia reciente de Venezuela, y la equiparamos a la actualidad española, ya no nos sorprende que la palabra socialista, cuyo significado envuelve la idea de destrucción, marche unida a otras muchas influencias de los agitadores anarco-comunistas.

Siempre ofreciendo dos diversas manifestaciones: una sanitaria, mediante un embrollo pseudocientífico y otra revolucionaria con la paralización de las actividades económicas y el resurgimiento de un agresivo y progresivo avance fiscal.

Este movimiento social-comunista revela, a pesar de su reciente responsabilidad penal, como ha reconocido el propio gobierno, en la actualidad existente, esas dos tendencias, de una parte están los que se entretienen en la esfera sanitaria buscando soluciones para el mantenimiento de su problema social, y proclamando las doctrinas de prevención, con las cuáles pretenden constituir nuevos sistemas económicos, y de otra los que deducen las consecuencias prácticas de esas doctrinas, y se aprestan, a legislar, para llevarlas a la realidad, por medio de la paralización, obstaculización y división del estado, donde únicamente prevalecerá la revolución de la miseria y del paro.

Este gobierno, como otro referenciado, es un conjunto de pseudo-hombres ciegos por la ambición, que solo se plantean pensar, que el poder les corresponde por derecho y si no logran permanecer, en el país no se podrá estar tranquilo, sacaran milicianos, parasociales, y jarabe de palo. 

Mas de algún, presidente y vicepresidente, en línea recta, es demasiado imberbe, para recordar, porque cuando incitan una violencia o un odio político, resultan ser solo sus paranoicas pesadillas, donde les han consentido y las proclaman legítimamente como actos cívico-terroristas, aún desconocen y no saben, tal vez, porque no habían ni tan siquiera nacido, que antes existía la gratuidad de la violencia, y esta se difuminaba entre códigos postales o barrios, o entre los pueblos, donde las razones eran simplemente porque sí, nunca existían, como si fuese la champion ligue de zapatero o de un enfrentamiento deportivo se tratare.

Y es excusado recordarles, que cuando el país no está, ni puede estar tranquilo, es cuando imperan los hombres de esa soberbia. Y es que si sus ambiciones no tienen límites, sus talentos no van muy lejos y sus doctrinas son incompatibles con el arte de gobernar.

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