Luto para la plebe.
Aún sin conocer con
certeza el número, y los nombres de fallecidos, se decreta un luto por diez
días, a la vez que se anuncia sin pudor, el estreno de la liga de futbol, y sin establecimiento
de ningún principio religioso, obra sobre los responsables, tan sólo por el
propio temor o por el interés, queriendo y sustituyendo la abnegación, y al
sacrificio de muchas personas, incluidas en el sistema sanitario, por el cinismo
y el frívolo egoísmo gubernamental de superación, y como siempre, mezclando sin sensibilidad circunstancias y más bien separando en lugar de
unir.
También, será un indicador
al ciudadano, que a partir de ese momento, deberá sostener las nuevas responsabilidades
sean ajenas o no, donde ahora individualmente, todos deberán soportar su nueva
realidad, sus cargas, y volver a velar nuevamente con los correspondientes sacrificios
y hacer cuanto sea necesario en bien del gobierno personal y público,
dependiendo lógicamente, para una mayoría, subsista alguna cooperación que con
el dinero público aportado por todos, le lleguen a prestar.
Este decreto que establece
diez días, se extiende en un tiempo para muchos indefinido, y resume ese
autentico paganismo, donde muchas veces, este ha sido censurado con mucha razón,
por ocuparse poco de la moralidad, y aunque ahora parezca que se tiene una
doctrina moral consistente en un reconocimiento después de la muerte, tal vez enseña
solamente, que el decreto existe, porque debe cumplir con su destino.
Este decreto de luto,
pretende ajustar ciertos actos de irresponsabilidad
al anterior y personal luto ocultado, de ahí, ahora que se procura establecer
un nuevo régimen para toda la plebe, donde no hay ni infracciones, ni prevalecerán
observancias, y donde todas las acciones se prestan con el carácter de indiferentes.
Esta idea, responderá a un principio, con el cual se arregla toda conducta, en
medio de lo mudable y transitorio, proclamándola a través de los medios comunicativos
y con el máximo tiempo posible, dado su necesidad absoluta.
"Evidencia : Las rosas no nacieron en la lata, las pusieron."
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