La intemperie y el gobierno morado
Uno de los
efectos más perjudiciales que se está produciendo, en este país, ahora de
pandereta, poco europeo, es la falta de decoro, la total carencia de respeto y
dignidad que no ejemplarizan las actuales autoridades y que procuran ese
manifiesto de desinterés democrático, que tan sólo profundizan en una gran caída
a la mayor ignorancia, junto con un caciquismo perturbador y destructor.
La debilidad
del carácter de los gobiernos de coalición, se suman al deseo vehemente de
perpetuarse en el poder, donde surge la impaciencia febril por adquirir éste,
por las vías ilegales que les resulte necesarias, la poca virilidad del cuerpo
electoral, resumen el insensato pensamiento de confeccionar grupos con mayoría
excesivamente numerosa, que sin percatarse, ahogan siempre al autor.
Permanentemente,
utilizan en todo momento la constante idea de querer demostrar, que no tienen
vida propia ni arraigo los partidos de oposición, vulnerándolos constantemente en
todo momento, y vilipendiándoles sin respiro, pretendiendo hacer creer al
vulgo, que la forma de gobierno que actualmente existe, no posee más que un
solo partido de coalición y una sola política que pueda defenderla y
consolidarla.
Sin embargo
les resulta propio otras circunstancias, donde es palpable la poca fuerza moral
y material, que tienen estos aliados de Gobiernos de coalición, donde tan sólo representan
fracciones o agrupaciones de estas, así se pone de manifiesto la poca fe, que
poseen estos mismos gobiernos, en la política que representan y en la
estabilidad de las formas propias del gobierno.
La desconfianza
justificada y acreditada que abrigan en la actualidad esta ridícula forma de
gobierno, de los jefes de Estado, tal vez sea, porque estos no les van a
procurar las correspondientes, y necesarias garantías de seguridad, en otras
razones de segundo orden, que son las que han desarrollado y pretenden consolidar,
el detestable y corrupto caciquismo que llevan e impera en el País de una manera
funesta.
No existe un
golpe de estado, sólo y simplemente, un morado y sutil envenenamiento.
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