Otra salida
( B )
Insistir en
que hay que aplicar prorrogas del estado de alarma, considerando que el
implemento de medidas de esta figura constitucional, no dejó de ser un
"capricho" o una "excentricidad", es jurídicamente cuestionable,
bastante relativo y algo imprudente.
Aún ahora, y
coincidiendo con lo señalado, por el presidente del gobierno, en el que alude
que el confinamiento y las demás medidas de restricción del movimiento han
ayudando a frenar el contagio. Se le recuerda, que la mejor situación, hubiere
sido, con mejor prevención, prohibición de actos multitudinarios y cerrar las
fronteras oportunamente.
Con independencia,
ahora querer justificar, que el estado de alarma fue necesario para amparar las
medidas de apoyo económico frente a la crisis, puede resultar tener una evidente
autocorrelación, si además hubiéramos sido conscientes y el gobierno más sincero,
reconociendo y anunciando, esos 70 días de duración y longevidad de la ola de
la pandemia, que internacionalmente siempre había sido aludida con criterios científicos.
La
elocuencia del día a día, ahora nos vuelve
a recordar, que los errores del socialismo son eternos, aunque, según los
tiempos, se revisten de formas distintas.
Es cierto
que son eternos, y constantemente cambian con el andar de los tiempos, y así se
explican y comprenden la gran metamorfosis que sufre el problema social en el
curso de la vida.
Todas las
cuestiones, palpitantes o latentes, siempre se inspiran en doctrinas insanas,
que les sirve de base y fundamento, para surgir con sus dogmas sociales,
acompañados de fantasmas terribles, buscando la destrucción de las sociedades
organizadas bajo los principios del humano individualismo, y negando, en
absoluto y por completo, los fueros de la humana personalidad.
"Comisarios actuales de la estatolatría"
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