Cagar es importante
“No habrá una lista pública de
quiénes no se vacunen del coronavirus, pero el Gobierno sí que sabrá quién lo
hace y quién no. Así lo ha anunciado el ministro de Sanidad, que ha defendido
que «no habrá una lista pública» de las personas que la rechacen vacunarse pero
ha defendido la necesidad de saber «por garantías» que se les ha ofrecido
recibir el fármaco y han declinado.”
Personalmente hace 16 años, sorteaba ciertas garantías y mantuve una
conversación con personas de cierta relevancia en la influencia de la política nacional, donde en su palmarés de proyecciones visionarias, se trataban de
encauzar los problemas que pudieran surgir en una realidad del próximo futuro,
en realidad todas estas conversaciones eran una semejanza al pertinaz argumento
en un comic, y como si de un guion de ciencia ficción se llego abordar la
cuestión de la introducción de una pandemia en la sociedad actual occidental.
Entre las cuestiones que se observaron fundamentales para abordar el
problema, se contemplo imprescindible para lograr dominar el determinado
momento, poseer al frente un adecuado personaje para dotar con adecuación la
interpretación del suceso, alguien por supuesto, con el suficiente y afín
ideario social, para mantener esa unidad de criterio dirigida por el poder
aunque este inequívocamente resultare equivocado.
El suceso en aquellos momentos se contemplaba y se describía como que
podría resultar ser una realidad, y aunque no fuera necesario acotar el momento
necesario para una apreciación del hecho, si resultaba preciso comprender la
necesidad de la expansión y extensión geográfica del mismo para minusvalorar una
posible culpabilidad y poder llegar a sí a acrecentar una discrecionalidad en su
credibilidad.
Al mismo tiempo se lograba apreciar en aquellos momentos que las
circunstancias a vivir, propiamente darían lugar a la quiebra de la estabilidad
remanente de la sociedad, y serían momentos propios para acentuar los cambios e
introducir las modificaciones sociales convenientes, desdibujadas por los
organismos nacionales e internacionales que fuesen precisos, donde previamente
sería necesario asaltar, para la oportuna conveniencia.
La consecución de este proceso, con llevaba previamente la realización de
una cadena afín, a veces reforzadora, y fomentando con regímenes sociales de
habla hispana, donde resultaba la otra manera de hacer embajada en la interpretación
de esa marca “blanca· del país, y en otra forma sería paralela con la multitud
de asuntos de desprestigios y desteñidos sociales, que propiciarían pensar en
un ambiente de más seriedad por lo nuevo y actualmente por desdecir.
La realidad, repito, es una conversación de hace 16 años, y lo único que
quedo en la memoria fue aquella intervención que efectué en su momento, entre
tanta imaginaria social-porquería, y dije, si esto que habláis os resulta tan
avenido, porque no pensáis en inventar una letrina que se pueda limpiar sin
necesidad de agua, y que sería ese gran alivio y tan necesario para tantas
poblaciones en ubicaciones carentes de agua.
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