Tezanos un impulso por dar forma a la conciencia colectiva
Entre la Teoría y la Práctica: El hilo psicológico de la manipulación
de la realidad
Este análisis
busca establecer un puente entre dos esferas aparentemente distantes,
evidenciando que la lucha por la construcción del relato social y la
configuración de la identidad colectiva se manifiesta en múltiples niveles,
desde el discurso académico hasta la acción política concreta.
1. La Búsqueda de identidad y el control de la conciencia.
Las obras sociológicas realizadas por José Félix Tezanos, analizadas a lo largo de varias décadas muestran un interés recurrente por comprender cómo las estructuras sociales -ya sean educativas, económicas o tecnológicas- inciden en la formación de la identidad individual y colectiva. Desde El bachillerato ¿para qué? (1968) hasta La cuestión juvenil. ¿Una generación sin futuro? (2017), se observa una constante preocupación por la alienación, la crisis de identidad y la forma en que las tensiones de clase y los rápidos cambios sociales generan conflictos internos en los sujetos. Este recorrido intelectual revela una inquietud por el desajuste entre las estructuras heredadas y las demandas de una sociedad en constante transformación, lo que se traduce en una necesidad de reconfigurar la realidad para dar sentido a un entorno en crisis.
2. La práctica de moldear datos: El caso del barómetro del
CIS
La reiterada actuación
sobre el "Barómetro del CIS" ofrece una imagen concreta de cómo esa
tendencia a reconfigurar la realidad se traslada a la esfera práctica y
política. Según el informe, el presidente del CIS, José Félix Tezanos, ha
dirigido el organismo de manera que las encuestas favorecen sistemáticamente a
determinadas fuerzas políticas, atribuyéndoles resultados que luego se
diferencian de lo que finalmente se plasma en las urnas. La manipulación de los
datos -al elevar la intención de voto de ciertos partidos y minimizar la de
otros- puede interpretarse como una extensión del deseo de imponer un relato,
en el que la interpretación de la realidad se ajusta a un marco ideológico
previamente establecido.
3. Convergencias psicológicas: Del discurso teórico a la praxis
del control social.
Tanto en las obras
académicas como en la gestión de los barómetros electorales se identifica un
denominador común: el impulso por dar forma a la conciencia colectiva. En el
discurso sociológico, la alienación y la crisis de identidad se presentan como
fenómenos que pueden ser “remediados” mediante una comprensión y, en ocasiones,
una reconfiguración de las relaciones de poder y de las estructuras de clase.
De manera paralela, en la práctica del barómetro se observa un proceso de
“moldeo” de la opinión pública, en el que el sesgo en la estimación de
intenciones de voto actúa como mecanismo para orientar y, en cierto modo,
predefinir la narrativa política.
Esta convergencia
sugiere que la necesidad de controlar la percepción social no se limita al
ámbito teórico, sino que se materializa en acciones concretas que buscan
legitimar una determinada visión del mundo. El análisis psicológico de las
obras revela la inquietud ante el desarraigo y la búsqueda de sentido, mientras
que el reporte del CIS evidencia cómo esa misma inquietud se traduce en
estrategias para “reparar” lo que se percibe como deficiencias en la realidad
social, mediante la construcción de una imagen favorable a ciertos intereses
políticos.
4. Reflexiones
El entrelazamiento
de la teoría y la práctica –entre las obras sociológicas y la manipulación de
datos electorales– permite identificar un hilo psicológico fundamental: el deseo de imponer un orden que responda a
una visión ideológica determinada. La persistente preocupación por la
formación de la conciencia y la identidad en un contexto de crisis y cambio se
plasma tanto en el discurso académico como en la gestión de la opinión pública.
Mientras el autor de las obras busca comprender y explicar las tensiones
internas de la sociedad, la manipulación de los barómetros se erige como una
práctica destinada a moldear esa misma conciencia, orientando el relato social
y político hacia fines que responden a intereses específicos.
Esta dualidad
evidencia la estrecha relación entre el pensamiento y la acción: la teoría
sociológica, al iluminar las debilidades y conflictos internos de la sociedad,
se ve reflejada –y en ocasiones distorsionada– en la praxis política, donde la
manipulación de la información se convierte en un instrumento para consolidar
una visión particular del devenir social. En última instancia, tanto el
análisis de las obras como el examen del barómetro subrayan la importancia de
la transparencia y la integridad en la construcción de la realidad, así como la
necesidad de un debate crítico que permita desentrañar las múltiples capas que
configuran la identidad colectiva.
El hilo de unión psicológico que recorre esta amplia trayectoria intelectual de Tezanos radica en la preocupación por cómo las estructuras sociales -ya sean educativas, económicas, políticas o tecnológicas -impactan en la conformación de la identidad y en la estabilidad emocional de los individuos. Ahora en el momento en el que se denuncia una manipulación sistemática de los datos electorales. Se trata de una reflexión sobre cómo, tanto en el discurso teórico como en la práctica institucional, se manifiesta un impulso por moldear la percepción social y controlar el relato público. Tezanos, ahora y en otros muchos momentos de similar incomprensión o ética, ante la máxima decadencia de un partido y donde se observa el mayor rechazo social en todos estos años de democracia, utiliza y falsea senilmente el análisis sociológico como una herramienta para intentar desentrañar la compleja interacción entre el entorno social y la experiencia subjetiva.
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