Beber a morro y andar
al morro
Funcionan
constantemente, en todos nuestros campos sociales y políticos, el despecho, y
la envidia, impulsados enérgicamente, por toda clase de ambiciones, á cual mas
desmedidas, e injustificadas; que son las que desdoran la noble bandera, de un interés
supremo y común, que es necesario e indispensable alzar, con mano firme para llegar
a cimentarlo, y consolidarlo, para poder alcanzar, con respeto, la ilusión en
la cultura, la paz social y la salvadora victoria de la tranquilidad.
La transición, que no
sólo fue política, sino también socialmente educacional, prosigue, pese a las
bajas aptitudes y actitudes, en que algunas nuevas generaciones indocumentadas,
con poca educación y perspicacia, están siendo estas, el resultado y producto
de las malas pasiones, y aunque ejemplaricen, su cariño a la libertad, bebiendo
a morro, son estas dedicatorias surrealistas, de andar por casa propia; y como
es lógico y natural, estos, vetos, privilegios y actitudes de esta situación y
forma de gobierno, van a ser los únicos que las debilitan y la destruyen.
Estas pasiones,
funcionan ahora con mayor locura e insensatez, presentándose, como si no
pudieren vivir sin el poder, y perturbando a la sociedad, y al país cuantas veces
no lo vean, en posesión del mismo, hasta conseguir su deseo perpetuo, y resultando
ser hombres, que han tenido toda su vida ideas reaccionarias, alardean ahora de
libertades y conspiran únicamente por ser poder.
Estos hechos, son extravíos
mentales, de una indicada perturbación
constante, y de la peor índole, dada la funesta educación, y el mal ejemplo,
que están dando a la juventud.
Es el no conocer, que entrar,
en el sistema de satisfacer, todas las ambiciones, produce la pérdida total, de
toda clase de ilusiones, y así rebaja, hasta la más mínima significación, el
mérito de todos los nombramientos públicos, de todos los empleos y de todas las
recompensas y condecoraciones.
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