Criptodivisas sociales
La crisis nace, y se
recrea, en la marcada diferencia de favores, y categorías en la territorialidad,
dispara la cotización política, dando argumentos, a los que lo comparan, con la
independencia o autodeterminación como si se tratara de una libre criptodivisa
catalana.
Porque en realidad, los
valores de solidaridad social y territorial, en España, ya no existen, y no se efectúa
solución alguna; dado que la prioridad y placer, de poderes disidentes, es
poseer un sistema de delegaciones en el exterior, en forma de blockchain, que actúen
a favor del proyecto secesionista de España, vulnerando y usurpando la paz social, la soberanía,
la actividad y competencia estatal en las relaciones internacionales.
Aunque a los locos, se
les da siempre la razón, a los inmorales no se debiera, ya que estas circunstancias, irán siempre acompañadas, de pintorescas
distracciones, dado que si “el dinero
público no es de nadie”,… “los hijos no son de sus padres”, resultando estas, maniobras
y frases de miembros de este gobierno, que no dejan de ser satisfacciones, de
un primitivo instinto, pues individualiza, y determina el objeto del deseo. Manifiesto, como desordenes de la pasión brutal y del idealismo insípido.
Y el uso, les resultará
tan sólo un estímulo, y acicate, sin lógica alguna. Donde tan sólo, observamos
la animalidad huérfana, de la racionalidad.
Tan solo, un carácter
expansivo, en el reconocimiento y respeto de los valores, de la totalidad de la
ciudadanía, ampliaría cosmopolitamente nuestra personalidad, pues resulta
evidente, la necesidad, de comunicar nuestros sentimientos, placeres, alegrías,
y tristezas con otros seres, que viven nuestra misma realidad.
Dado aunque le cueste a
gagá Celaá, el que no educa y no ama, es un ser, sin finalidad propia, siendo
nota discordante en el concierto general.
Inteligente
No porque crees que sabes todo sin cuestionar,
sino porque cuestionas todo lo que crees que sabes.
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