El pesimismo
ante el Coronavirus
Con algunos
desafortunados comentarios, podemos expresar que el humano que sufre tiene
horror al espectáculo del sufrimiento de su semejante; observamos que la imagen
del mal le inquieta, la aparta de su vista y mientras tanto busca por otra
parte la distracción que necesita; Y estas circunstancias no es solucionar ni
buscar lo real tal y como sucede; porque jamás las actitudes del bien y el mal
han sido eternos humanamente hablando.
Los sucesos
tienen aquí su existencia conjunta y sucesiva, de otro modo el representante de
nuestra actualidad sería pesimista, así todo, al recorrer las instancias
europeas y los movimientos empresariales de más envergadura, aún con el gesto
de indolencia y de carencia de energía, con esa impropia naturalidad en la
senectud nos ofrece una reconstrucción de años, arrugas, vicios y harapos, que
rivalizan con las expectativas más optimistas del entorno europeo.
Y mientras
tanto nos entretiene, intentando depurar los deseos de nuestra edad, con su más
ansiado embolismo, en sus precipitados y más preciados odios, que manifiestan
sus advenedizos, incluidos en su nuevo estatus real, en ese gusto encendido con
que lastra ese juego de las pasiones.
Siendo así
como nos representa el punto culminante de la situación actual, sin ningún tipo
de plenitud, ni exquisiteces de existencias ni goces de la vida, solo
manteniendo sus ideales realizables mediante la aprobación del presupuesto,
mediante dineros y también con la sustitución de poderes, asociados a la
decrepitud de valores, anulando y no existiendo de forma proporcional ningún mecanismo,
para que se depuren las continuas y miserables defecciones.
Somos muy
duchos en el conocimiento político y sabemos que cuando indirectamente se
expresa determinados comentarios obstinadamente críticos y ajenos a propias formaciones, por parte de
algún secretario político en base propia y con artificial desacreditación, implican haber llegado a aceptar
sinceramente abrazos de reconciliación bipartidista, y esas circunstancias no van a iniciar épocas de
armonía fecunda en bienes, tenemos experiencia y sabemos descifrar ese enigma, somos
muy conocedores de insignes políticas que combaten instituciones y conocemos
que no va a cerrar el siempre largo y tormentoso progreso del cataclismo
social.
Allá tu ¡¡
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