La libertad del Arte
Esta es una cuestión
que debería darse por ventilada y resuelta, pero sin embargo seguirá
constituyendo la base principal de las discusiones sociales y las condiciones
sobre ética, estética y bellas artes.
La desanimación
política promueve siempre quejas, que ahora deben volver a estudiarse, porque no
tan sólo se trata de averiguar que es la nueva normalidad, sino también que
implica?
..Lo normal… ¿Qué es lo normal sino lo uniforme,
lo ordenado, lo regular, aquello que antes abrumaba porque significaba la
ausencia de todo lo que los exaltados deseos pretendían del choque violento de
las ideas, y de las rudas convulsiones de los hechos?
¿A que aspiran ahora
los nuevos descontentos? ¿Es preciso que nos hagan vivir en perpetuo
desconcierto, para tener que dar muestras de virilidad como seres respetuosos de un mismo
universo?
Siempre ha resultado
para la razón, que todas aquellas manifestaciones del sentimiento, que todos
aquellos arranques de su entusiasmo y su fantasía, que todas las explosiones de
su inteligencia y de su corazón, han de ser libres para ser bellas.
Lo que es intimo como
el cariño, lo que nos eleva y engrandece como la fe, nos mejora como la
gratitud y nos consuela como la esperanza, es de aquella naturaleza, humana a
un tiempo, y cuasi divina, que nos acerca a una perfección a que debemos llegar
y nos lleva a satisfacciones más puras que debemos sentir.
Y el arte tiene esta misión
de perfeccionamiento y mejora, porque el arte va a la vida, porque siente en lo
temporal lo eterno, en lo finito lo infinito; toma la vida del alma del que concibe
la idea, toma las formas y las vestiduras de la naturaleza, y tiene como
fuentes de inspiración al hombre, a la naturaleza y a ese Ángel que sólo en algunos se nos manifiesta dentro.
Tendiendo la mirada por
el campo de la política española, el arte conceptual siempre posee un
compromiso infinito y esto obliga a señalar, demostrar y a reconocer que en toda
actualidad el mal es impotente.
Donde no importo la
ocultación de ese ejecutante del diseño, mientras fuese liderado por otra estimada persona,
la concepción fue hace más de 33 años, y lo que perseguía era efectuar un giro en el buen entendimiento
social.
Otorgar una utilidad
social del arte y posicionarse para que no existiera acoso ni segregación por la
ascendencia de un lugar, esa especie de ancla fue el origen de esa buscada paz y
ahora con la nueva normalidad surgen despropósitos de la misma manera, cercenando
y acotando injustamente las intervenciones de un parlamento, y en estos
momentos a impulso de la disidencia epidémica, quiero dedicar a esa única
diputada la infinita armonía del sonido de la obra concebida.
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