“Del Billete al Byte”
Cuando el pago se convierte en control y puede
aislarte del sistema financiero”
El euro digital y los nuevos mecanismos de pago tienen
el potencial de modernizar la economía, pero sin salvaguardas efectivas
(interoperabilidad, privacidad garantizada, separación de poderes real) se
transformarán en vasos comunicantes de un control financiero masivo. El
ciudadano común se enfrenta al riesgo de exclusión, pérdida de libertad
económica y coacción política, precisamente por la muy fácil implantación de
herramientas tecnológicas que, en manos de regímenes socialistas dictatoriales,
pueden destruir tanto la paz social como las relaciones económicas
internacionales.
La transición hacia nuevas formas de dinero y de
gestión de pagos -como el euro digital- así como la proliferación de
instrumentos financieros basados en tecnologías emergentes, no ocurre en el
vacío: interactúa con la estructura del comercio libre y puede convertirse en
palanca de regímenes autoritarios que, bajo un discurso de “igualdad” o
“soberanía”, erosionan las libertades económicas y sociales. El ciudadano
corriente se convierte así en sujeto de tensiones sistémicas que ponen en
riesgo desde su acceso al simple acto de pagar hasta su seguridad jurídica y
privacidad.
Nuevos mecanismos de gestión y pago
a) Ruptura del ecosistema de tarjetas tradicionales
El euro digital, al ser emitido directamente por el
BCE y ofrecer transacciones a costo casi cero, compite frontalmente con redes
como Visa o Mastercard, basadas en comisiones por transacción. Esto implica:
- Desplazamiento
de intermediarios (bancos emisores y procesadores de pago), que
hoy garantizan amplitud de aceptación y cierto respaldo al usuario
(reclamos, devoluciones, protección antifraude).
- Necesidad
de nueva infraestructura (terminales, API, software), inaccesible en un
primer momento para muchos comercios pequeños, lo que limita lugares de
pago.
b) Control directo y vigilancia
Al poder mantener monederos directamente con el BCE,
el ciudadano corre el riesgo de:
- Pérdida
de privacidad en sus
gastos cotidianos, pues el registro centralizado facilita auditorías del
Estado.
- Bloqueo
o límites arbitrarios: en supuestos de “riesgo de fraude” o
“insuficiente justificación de gastos”, el acceso a su propio saldo podría
ser restringido por decisión administrativa.
Impacto sobre valores y libre comercio
c) Fragmentación de mercados financieros
La coexistencia de monedas digitales nacionales (euro
digital, yuan digital, etc.) con redes privadas y criptomonedas genera:
- Aumento
de costes de conversión y complejidad operativa para comercios que
realizan ventas transfronterizas.
- Volatilidad
regulatoria, ya
que cada jurisdicción fija sus propias reglas sobre “moneda de curso
legal” o límites de tenencia de monedas extranjeras o digitales.
d) Riesgo de proteccionismo encubierto
Bajo el pretexto de “soberanía monetaria”, un Estado
podría imponer sanciones o aranceles vía restricciones a transacciones
digitales con ciertos países o actores, dificultando el libre comercio y
encareciendo productos importados.
Facilidad de implantación de regímenes socialistas
dictatoriales
La historia muestra que el control del dinero es la
llave del poder político. Con un sistema monetario digital completamente centralizado:
1. Se elimina el efectivo como vía de
escape a controles
de capital y censura financiera.
2. Se puede imponer fiscalidad
retroactiva o “impuestos especiales” directamente en cada transacción, sin control
democrático real.
3. La propaganda oficial se financia y se difunde mediante
incentivos en la propia red de pagos (por ejemplo, bonificaciones digitales a
“buenos ciudadanos” que consuman según la línea estatal).
Este conjunto de herramientas tecnológicas y jurídicas
facilita, de manera inédita, la consolidación de regímenes autoritarios que
destruyen la paz social y el pluralismo económico.
Puntos críticos para el ciudadano normal
1. Aislamiento financiero parcial o
total
o
Exclusión de quienes
no manejen herramientas digitales (mayores, personas sin acceso a internet) o
reacios a la vigilancia estatal .
2. Pérdida de autonomía
o
Toda compra,
inversión o remesa queda sujeta a aprobación algorítmica o discrecional de las
autoridades.
3. Vulnerabilidad ante coacción
política
o
El ciudadano
puede ver bloqueados recursos sin proceso judicial previo, ante acusaciones de
“desviación ideológica” o “activismo disidente”.
4. Reducción de oportunidades
o
Comercio
internacional dificultado y finanzas personales atomizadas por la fragmentación
de sistemas de pago, encareciendo importaciones y viajes.
La clave está en diseñar un sistema híbrido y
opcional, con efectivo, redes privadas y CBDC interoperables, sujeto a un marco
legal transparente y supervisión independiente, para evitar que el
progreso tecnológico se convierta en instrumento de tiranía.
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