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miércoles, 21 de mayo de 2025

Euro digital, ruina analógica.......Mi refe

 


#Euro digital, ruina analógica#

“Escrivá deja sin frenos al Banco de España”

José Luis Escrivá, economista de formación, saltó del Gabinete de Pedro Sánchez al sillón más poderoso del sistema financiero español cuando fue nombrado gobernador del Banco de España en septiembre de 2024. Su doble paso por las carteras de Inclusión (Seguridad Social) y Transformación Digital lo convirtió en protagonista de reformas muy polémicas, especialmente la reforma de las pensiones. Esta proeza técnica ha despertado fuertes recelos en el sector financiero: la prensa económica y ciertos funcionarios alertan de una injerencia política sin precedentes en la independencia del regulador bancario. En el presente ensayo analizamos en profundidad cómo estas intervenciones han afectado negativamente las finanzas y la estructura institucional de la Seguridad Social y el Banco de España. Para ello, examinamos la cadena de dimisiones en el regulador (seis bajas en menos de nueve meses, según medios especializados) y el legado de Escrivá como ministro de Seguridad Social. A la vez, evaluamos los riesgos que el proyecto del euro digital implicaría bajo un escenario político señalado por críticos como centralizador y permisivo con la corrupción. Nuestro análisis se apoya en las investigaciones de medios económicos españoles (p. ej. El Economista, Expansión, Cinco Días, El Confidencial, Invertia, Economía Digital, El Mundo Financiero, Intereconomía, Bolsamanía, Libre Mercado) que han documentado el declive de la institucionalidad financiera y la percepción de los mercados sobre España.

Crisis en la cúpula del Banco de España

La llegada de Escrivá al Banco de España provocó una sacudida interna: en menos de nueve meses se han registrado múltiples bajas en la alta dirección. La más reciente es la dimisión del director general de Economía, Ángel Gavilán. Gavilán anunció su salida justo después de presentar el Informe Anual 2024 –el primero bajo el mandato de Escrivá– cuyo contenido alterado suscitó polémica. El Confidencial destaca que Gavilán deja el cargo «un día después de haber presentado el ‘Informe Anual’ del Banco de España correspondiente a 2024, el primero que se publica bajo el mandato del gobernador José Luis Escrivá» elconfidencial.com. Esta partida se enmarca en una cadena de renuncias: según El Economista, la salida de Gavilán supone «la quinta renuncia que sufre el Banco de España desde el relevo de Hernández de Cos», ya que antes habían dimitido el director general de Personal y Contratación (Alejandro Álvarez) y el director general de Estabilidad Financiera (Ángel Estrada), y este mismo año también dejaron su puesto los subdirectores Ignacio Marín e Isabel Bueno eleconomista.es. En suma, los medios confirman al menos media docena de vacantes directivas en la cúpula del Banco desde la llegada de Escrivá.

Este éxodo masivo ha sido calificado en la prensa como casi una «purga» interna. Bolsamanía subraya que la renuncia de Gavilán «se suma a la presentada el pasado noviembre por el director de Estabilidad Financiera, Ángel Estrada» bolsamania.com. Por su parte, Intereconomía explicita que «antes, y tras la llegada de José Luis Escrivá, había dimitido el jefe de Personal del supervisor bancario» intereconomia.com (en alusión a Álvarez) y luego lo hizo Estrada «por motivos de salud» intereconomia.com. Estos reportes coinciden en que el Banco vivió seis bajas de relevancia en nueve meses. Lo llamativo es que todas estas renuncias coinciden con la llegada de Escrivá al Consejo, lo que ha generado especulaciones sobre la motivación política tras cada salida. En definitiva, la institución perdió de golpe parte de su equipo técnico más experimentado en un período muy corto, un hecho inédito que ya asombró a los analistas.

Polémicas en la Seguridad Social y reforma de pensiones

Antes de recalar en el Banco de España, Escrivá fue artífice de la última gran reforma de pensiones en España, una reforma «cargada de polémica» según Economía Digital economiadigital.es. Su Gobierno impulsó en 2023 un paquete de medidas para apuntalar la hucha y postergar gastos futuros: se incrementó gradualmente la cotización por contingencias comunes (Mecanismo de Equidad Intergeneracional) y se amplió de 25 a 30 años el periodo de cálculo de la jubilación eleconomista.eseconomiadigital.es. Sin embargo, esta reforma –que los medios califican de “subir impuestos sin reducir ni un euro del gasto”libremercado.com– no hizo sino cubrir coyunturalmente los déficits, sin atacar los problemas estructurales. De hecho, Economía Digital informa que esta propuesta encontró «rechazo frontal de sindicatos y patronales» economiadigital.es y fue tildada por expertos de discriminatoria (por género) y de contribuir en muy poca medida a sanear las cuentas: apenas «influye en la equidad contributiva» del sistema economiadigital.es. En síntesis, la reforma de Escrivá fue muy controvertida, generó alta conflictividad social y su efectividad real ha sido puesta en duda.

Los datos macroeconómicos posteriores ilustran el deterioro financiero: aunque los ingresos adicionales elevaron momentáneamente la cifra de la hucha (el Fondo de Reserva superó por primera vez los 7.000 millones de euros en 2024 gracias al MEI eleconomista.es), los gastos no han dejado de crecer. El Banco de España mismo reconoce que «el acelerado ritmo de gasto ha llevado a que la deuda de la Seguridad Social se duplique en cuatro años, pasando de 55.000 millones en 2020 a 116.000 millones en el último ejercicio» eleconomista.es. En paralelo, el think-tank Fedea calcula que el «agujero del sistema de pensiones ha aumentado hasta los 2,49 billones de euros», advirtiendo de la «grave situación» de las cuentas públicas y señalando que la última reforma no ha reducido sustancialmente el déficit contributivo eleconomista.es. En suma, las estrategias de ingresos (subir cotizaciones) asumidas por Escrivá no han compensado el crecimiento del pasivo: la deuda de la Seguridad Social se ha disparado y el sistema sigue acumulando déficit, lo que compromete la sostenibilidad y ha erosionado la confianza en la gestión financiera del régimen de pensiones.

Deterioro de la independencia institucional

La suma de estas crisis genera un clima de profunda inquietud en la comunidad económica. Funcionarios del Banco de España y observadores externos advierten que la independencia institucional ha salido seriamente dañada. Informes de Economía Digital recogen que algunos empleados del BdE consideran que la llegada de Escrivá (procedente del Consejo de Ministros) «podría comprometer la integridad y la independencia de la institución» economiadigital.es. En sus palabras, la mera presencia de un ex ministro en el cargo hace que «la opinión del Banco de España sobre los temas económicos carecería de relevancia porque ya se sabría que no es imparcial» economiadigital.es, es decir, que las conclusiones del supervisor acabarían percibiéndose como un aval gubernamental. La inquietud va más allá de los rumores: fuentes internas se preguntan retóricamente «¿Si los resultados salen cosas del Gobierno que no se están haciendo bien, qué hacen? ¿Lo censuran? ¿No salen?»economiadigital.es, sugiriendo un autocontrol de los estudios críticos. Efectivamente, la redacción del Informe Anual 2024 del BdE evidencia esta renuncia tácita a la crítica rigurosa: como destaca Libre Mercado, el documento «ya no presta la misma importancia al problema de insostenibilidad de las pensiones» que años anteriores libremercado.com. En definitiva, los titulares conservadores ya hablan abiertamente de “autocensura” en el Banco de España: fuentes internas relatan que investigadores cercanos al gobernador han desactivado capítulos de recomendaciones clave eleconomista.es y hasta el propio Escrivá llegó a desacreditar estudios previos de la institución tildándolos de «falta de sofisticación» economiadigital.es. Este cúmulo de señales sitúa en cuestión la credibilidad del supervisor bancario. La creciente percepción de parcialidad y debilidad institucional amenaza la confianza de los inversores: en el contexto europeo, la fragilidad de la independencia del BdE puede traducirse en un aumento de primas de riesgo y una penalización indirecta sobre la economía española.

Riesgos del euro digital en un entorno centralizador

La implantación del euro digital asoma sobre este escenario convulso como una potencial trampa. Sectores críticos, especialmente de corte liberal, advierten que la moneda electrónica del BCE podría suponer un salto cualitativo en el control estatal de la economía. El economista Daniel Lacalle, por ejemplo, sostiene que los proyectos de monedas digitales de bancos centrales «dan un poder desproporcionado al banco central y sin control» intereconomia.com, avisando del peligro de concentrar en una sola institución un conocimiento total de las finanzas privadas. Desde la prensa económica se subraya que el BCE justifica el euro digital con retórica de «empoderamiento estratégico», pero que en la práctica «lo que hoy llaman una ‘opción’ –refiriéndose al euro digital–... mañana puede convertirse en la única forma de pago aceptada» libremercado.com. En un país en el que la clase política es juzgada por críticos como centralizadora y con escasa regeneración, estas palabras son alarmantes. Los riesgos concretos son múltiples: aunque el Banco Central Europeo insiste en que la nueva divisa preservará la «privacidad» de los usuarios, sus detractores recuerdan que, al emplear una base de datos centralizada, el euro digital «acabaría con el anonimato que aún garantiza el efectivo» libremercado.com. Peor aún, se estudia permitir «pagos condicionales» o un dinero «programable»: el propio informe del BCE discute lógicas de transacción que «solo se ejecutan si el servicio se ha prestado», lo que equivale a que cada transacción podría quedar «sujeta a validación, condiciones o incluso restricciones futuras» libremercado.com. En suma, se dibuja un esquema donde el Estado podría limitar usos y programar comportamientos económicos de los ciudadanos.

Bajo un Gobierno tachado de permisivo con la corrupción y ansioso de control, la amenaza de un euro digital al estilo orwelliano es real. Medios como Libre Mercado han advertido que la narrativa del BCE presenta el «control centralizado del dinero» como si fuera soberanía y libertad libremercado.com, pero en la práctica esto podría significar un poder fiscal directo sobre todos los pagos de los ciudadanos. Si estas tecnologías llegan a cristalizar de forma obligatoria, cobraría cuerpo la crítica de que se refuerza el control gubernamental a costa de la autonomía económica: potencialmente se abriría la puerta a vigilancias financieras inéditas y sanciones económicas automáticas. En definitiva, el euro digital bajo este clima político incrementaría seriamente los riesgos de pérdida de libertad financiera y una merma de la credibilidad del sistema económico en su conjunto.

A finales

La huella de José Luis Escrivá al frente de la Seguridad Social y del Banco de España deja un panorama sombrío para la institucionalidad española. Las reformas controversiales en pensiones han inyectado liquidez temporal a cambio de disparar la deuda y el déficit estructural del sistema de pensiones. Paralelamente, el Banco de España ha visto cómo expertos respetados dejan sus cargos y el rigor de sus informes se desdibuja para congraciarse con el poder político. Esta concatenación de acontecimientos —documentada profusamente por la prensa económica nacional elconfidencial.comeleconomista.eseleconomista.es— socava la confianza de los mercados. En tal contexto, la implantación del euro digital se convierte en una suerte de candil maldito: una tecnología concebida para modernizar pagos, pero que, en estas circunstancias, podría acabar reforzando el poder del gobierno sobre la economía privada. Si bien el euro digital se vende oficialmente como una extensión de la soberanía monetaria, sus críticos advierten que amenaza con situar a los ciudadanos bajo una vigilancia financiera continua ntereconomia.comlibremercado.com. El resultado global de estas políticas ha sido, por tanto, un deterioro significativo de las finanzas públicas y de la credibilidad institucional. Este balance estremecedor exige un urgente debate público sobre la independencia de las instituciones y sobre hasta dónde puede llegar el poder político en asuntos económicos sin quebrar las garantías que sustentan la confianza de los ciudadanos y de los mercados.

Fuentes: Informes y artículos de El Economista, Expansión, Cinco Días, El Confidencial, Invertia, Economía Digital, El Mundo Financiero, Intereconomía, Bolsamanía y Libre Mercado, cuyos análisis detallados subrayan el declive de la independencia financiera, la inquietud del mercado y el daño potencial a la credibilidad económica de España España


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