#Euro digital, ruina analógica#
“Escrivá deja sin frenos al Banco de España”
José Luis Escrivá, economista de
formación, saltó del Gabinete de Pedro Sánchez al sillón más poderoso del
sistema financiero español cuando fue nombrado gobernador del Banco de España
en septiembre de 2024. Su doble paso por las carteras de Inclusión (Seguridad
Social) y Transformación Digital lo convirtió en protagonista de reformas muy
polémicas, especialmente la reforma de las pensiones. Esta proeza técnica ha
despertado fuertes recelos en el sector financiero: la prensa económica y
ciertos funcionarios alertan de una injerencia política sin precedentes en la
independencia del regulador bancario. En el presente ensayo analizamos en
profundidad cómo estas intervenciones han afectado negativamente las finanzas y
la estructura institucional de la Seguridad Social y el Banco de España. Para
ello, examinamos la cadena de dimisiones en el regulador (seis bajas en menos
de nueve meses, según medios especializados) y el legado de Escrivá como
ministro de Seguridad Social. A la vez, evaluamos los riesgos que el proyecto
del euro digital implicaría bajo un escenario político señalado por críticos
como centralizador y permisivo con la corrupción. Nuestro análisis se apoya en
las investigaciones de medios económicos españoles (p. ej. El Economista,
Expansión, Cinco Días, El Confidencial, Invertia, Economía Digital, El Mundo
Financiero, Intereconomía, Bolsamanía, Libre Mercado) que han documentado
el declive de la institucionalidad financiera y la percepción de los mercados
sobre España.
Crisis en la cúpula del Banco de
España
La llegada de Escrivá al Banco de España provocó una
sacudida interna: en menos de nueve meses se han registrado múltiples bajas en
la alta dirección. La más reciente es la dimisión del director general de
Economía, Ángel Gavilán. Gavilán anunció su salida justo después de presentar
el Informe Anual 2024 –el primero bajo el mandato de Escrivá– cuyo contenido
alterado suscitó polémica. El Confidencial destaca que Gavilán deja el
cargo «un día después de haber presentado el ‘Informe Anual’ del Banco de
España correspondiente a 2024, el primero que se publica bajo el mandato del
gobernador José Luis Escrivá» elconfidencial.com. Esta
partida se enmarca en una cadena de renuncias: según El Economista, la
salida de Gavilán supone «la quinta renuncia que sufre el Banco de España desde
el relevo de Hernández de Cos», ya que antes habían dimitido el director
general de Personal y Contratación (Alejandro Álvarez) y el director general de
Estabilidad Financiera (Ángel Estrada), y este mismo año también dejaron su
puesto los subdirectores Ignacio Marín e Isabel Bueno eleconomista.es. En suma,
los medios confirman al menos media docena de vacantes directivas en la cúpula
del Banco desde la llegada de Escrivá.
Este éxodo masivo ha sido calificado en la prensa como
casi una «purga» interna. Bolsamanía subraya que la renuncia de Gavilán
«se suma a la presentada el pasado noviembre por el director de Estabilidad
Financiera, Ángel Estrada» bolsamania.com. Por su
parte, Intereconomía explicita que «antes, y tras la llegada de José
Luis Escrivá, había dimitido el jefe de Personal del supervisor bancario» intereconomia.com (en
alusión a Álvarez) y luego lo hizo Estrada «por motivos de salud» intereconomia.com. Estos
reportes coinciden en que el Banco vivió seis bajas de relevancia en nueve
meses. Lo llamativo es que todas estas renuncias coinciden con la llegada de
Escrivá al Consejo, lo que ha generado especulaciones sobre la motivación
política tras cada salida. En definitiva, la institución perdió de golpe parte
de su equipo técnico más experimentado en un período muy corto, un hecho
inédito que ya asombró a los analistas.
Polémicas en la Seguridad Social y
reforma de pensiones
Antes de recalar en el Banco de España, Escrivá fue
artífice de la última gran reforma de pensiones en España, una reforma «cargada
de polémica» según Economía Digital economiadigital.es. Su
Gobierno impulsó en 2023 un paquete de medidas para apuntalar la hucha y
postergar gastos futuros: se incrementó gradualmente la cotización por
contingencias comunes (Mecanismo de Equidad Intergeneracional) y se amplió de
25 a 30 años el periodo de cálculo de la jubilación eleconomista.eseconomiadigital.es. Sin
embargo, esta reforma –que los medios califican de “subir impuestos sin reducir
ni un euro del gasto”libremercado.com– no hizo
sino cubrir coyunturalmente los déficits, sin atacar los problemas
estructurales. De hecho, Economía Digital informa que esta propuesta
encontró «rechazo frontal de sindicatos y patronales» economiadigital.es y fue
tildada por expertos de discriminatoria (por género) y de contribuir en muy
poca medida a sanear las cuentas: apenas «influye en la equidad contributiva»
del sistema economiadigital.es. En
síntesis, la reforma de Escrivá fue muy controvertida, generó alta
conflictividad social y su efectividad real ha sido puesta en duda.
Los datos macroeconómicos posteriores ilustran el deterioro
financiero: aunque los ingresos adicionales elevaron momentáneamente la cifra
de la hucha (el Fondo de Reserva superó por primera vez los 7.000 millones de
euros en 2024 gracias al MEI eleconomista.es), los
gastos no han dejado de crecer. El Banco de España mismo reconoce que
«el acelerado ritmo de gasto ha llevado a que la deuda de la Seguridad Social
se duplique en cuatro años, pasando de 55.000 millones en 2020 a 116.000
millones en el último ejercicio» eleconomista.es. En
paralelo, el think-tank Fedea calcula que el «agujero del sistema de pensiones
ha aumentado hasta los 2,49 billones de euros», advirtiendo de la «grave
situación» de las cuentas públicas y señalando que la última reforma no ha
reducido sustancialmente el déficit contributivo eleconomista.es. En suma,
las estrategias de ingresos (subir cotizaciones) asumidas por Escrivá no han
compensado el crecimiento del pasivo: la deuda de la Seguridad Social se ha
disparado y el sistema sigue acumulando déficit, lo que compromete la
sostenibilidad y ha erosionado la confianza en la gestión financiera del
régimen de pensiones.
Deterioro de la independencia
institucional
La suma de estas crisis genera un clima de profunda
inquietud en la comunidad económica. Funcionarios del Banco de España y
observadores externos advierten que la independencia institucional ha salido
seriamente dañada. Informes de Economía Digital recogen que algunos
empleados del BdE consideran que la llegada de Escrivá (procedente del Consejo
de Ministros) «podría comprometer la integridad y la independencia de la
institución» economiadigital.es. En sus
palabras, la mera presencia de un ex ministro en el cargo hace que «la opinión
del Banco de España sobre los temas económicos carecería de relevancia porque
ya se sabría que no es imparcial» economiadigital.es, es
decir, que las conclusiones del supervisor acabarían percibiéndose como un aval
gubernamental. La inquietud va más allá de los rumores: fuentes internas se
preguntan retóricamente «¿Si los resultados salen cosas del Gobierno que no se
están haciendo bien, qué hacen? ¿Lo censuran? ¿No salen?»economiadigital.es,
sugiriendo un autocontrol de los estudios críticos. Efectivamente, la redacción
del Informe Anual 2024 del BdE evidencia esta renuncia tácita a la crítica
rigurosa: como destaca Libre Mercado, el documento «ya no presta la
misma importancia al problema de insostenibilidad de las pensiones» que años
anteriores libremercado.com. En
definitiva, los titulares conservadores ya hablan abiertamente de “autocensura”
en el Banco de España: fuentes internas relatan que investigadores cercanos al
gobernador han desactivado capítulos de recomendaciones clave eleconomista.es y hasta el
propio Escrivá llegó a desacreditar estudios previos de la institución
tildándolos de «falta de sofisticación» economiadigital.es. Este
cúmulo de señales sitúa en cuestión la credibilidad del supervisor bancario. La
creciente percepción de parcialidad y debilidad institucional amenaza la
confianza de los inversores: en el contexto europeo, la fragilidad de la
independencia del BdE puede traducirse en un aumento de primas de riesgo y una
penalización indirecta sobre la economía española.
Riesgos del euro digital en un
entorno centralizador
La implantación del euro digital asoma sobre este
escenario convulso como una potencial trampa. Sectores críticos, especialmente
de corte liberal, advierten que la moneda electrónica del BCE podría suponer un
salto cualitativo en el control estatal de la economía. El economista Daniel
Lacalle, por ejemplo, sostiene que los proyectos de monedas digitales de bancos
centrales «dan un poder desproporcionado al banco central y sin control» intereconomia.com, avisando
del peligro de concentrar en una sola institución un conocimiento total de las
finanzas privadas. Desde la prensa económica se subraya que el BCE justifica el
euro digital con retórica de «empoderamiento estratégico», pero que en la
práctica «lo que hoy llaman una ‘opción’ –refiriéndose al euro digital–...
mañana puede convertirse en la única forma de pago aceptada» libremercado.com. En un
país en el que la clase política es juzgada por críticos como centralizadora y
con escasa regeneración, estas palabras son alarmantes. Los riesgos concretos
son múltiples: aunque el Banco Central Europeo insiste en que la nueva divisa
preservará la «privacidad» de los usuarios, sus detractores recuerdan que, al
emplear una base de datos centralizada, el euro digital «acabaría con el
anonimato que aún garantiza el efectivo» libremercado.com. Peor aún,
se estudia permitir «pagos condicionales» o un dinero «programable»: el propio
informe del BCE discute lógicas de transacción que «solo se ejecutan si el
servicio se ha prestado», lo que equivale a que cada transacción podría quedar
«sujeta a validación, condiciones o incluso restricciones futuras» libremercado.com. En suma,
se dibuja un esquema donde el Estado podría limitar usos y programar
comportamientos económicos de los ciudadanos.
Bajo un Gobierno tachado de permisivo con la
corrupción y ansioso de control, la amenaza de un euro digital al estilo
orwelliano es real. Medios como Libre Mercado han advertido que la narrativa
del BCE presenta el «control centralizado del dinero» como si fuera soberanía y
libertad libremercado.com, pero en
la práctica esto podría significar un poder fiscal directo sobre todos los
pagos de los ciudadanos. Si estas tecnologías llegan a cristalizar de forma
obligatoria, cobraría cuerpo la crítica de que se refuerza el control
gubernamental a costa de la autonomía económica: potencialmente se abriría la
puerta a vigilancias financieras inéditas y sanciones económicas automáticas.
En definitiva, el euro digital bajo este clima político incrementaría
seriamente los riesgos de pérdida de libertad financiera y una merma de la
credibilidad del sistema económico en su conjunto.
A finales
La huella de José Luis Escrivá al frente de la
Seguridad Social y del Banco de España deja un panorama sombrío para la
institucionalidad española. Las reformas controversiales en pensiones han
inyectado liquidez temporal a cambio de disparar la deuda y el déficit
estructural del sistema de pensiones. Paralelamente, el Banco de España ha
visto cómo expertos respetados dejan sus cargos y el rigor de sus informes se
desdibuja para congraciarse con el poder político. Esta concatenación de
acontecimientos —documentada profusamente por la prensa económica nacional elconfidencial.comeleconomista.eseleconomista.es— socava la
confianza de los mercados. En tal contexto, la implantación del euro digital se
convierte en una suerte de candil maldito: una tecnología concebida para
modernizar pagos, pero que, en estas circunstancias, podría acabar reforzando
el poder del gobierno sobre la economía privada. Si bien el euro digital se
vende oficialmente como una extensión de la soberanía monetaria, sus críticos
advierten que amenaza con situar a los ciudadanos bajo una vigilancia
financiera continua ntereconomia.comlibremercado.com. El
resultado global de estas políticas ha sido, por tanto, un deterioro
significativo de las finanzas públicas y de la credibilidad institucional. Este
balance estremecedor exige un urgente debate público sobre la independencia de
las instituciones y sobre hasta dónde puede llegar el poder político en asuntos
económicos sin quebrar las garantías que sustentan la confianza de los
ciudadanos y de los mercados.
Fuentes: Informes y artículos de El Economista, Expansión,
Cinco Días, El Confidencial, Invertia, Economía Digital,
El Mundo Financiero, Intereconomía, Bolsamanía y Libre
Mercado, cuyos análisis detallados subrayan el declive de la independencia
financiera, la inquietud del mercado y el daño potencial a la credibilidad
económica de España España
No hay comentarios:
Publicar un comentario