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miércoles, 13 de enero de 2021

Amor de mujer como meta...ilomilo


Amor de mujer como meta

Por qué una persona intelectual acaba fácilmente en manos de un artista del flirteo? 

Parecería que las mujeres son inteligentes, dignas, capaces de interesarse y de saber fabricar relaciones, así también hay que considerar como saben construirse a sí mismas. ¿Sin embargo interesante es conocer lo que causó su elección?  

Sin entrar en los aspectos psicológicos de la víctima y el seductor, podemos mirar la situación desde el punto de vista de un intelectual.

Una mujer de mente aguda y acostumbrada a confiar en ella misma, tiene como base poseer un sentido subjetivo de la vida y del ser mismo, por regla general, es como saber leer a un hombre. Dado que el macho llámenlo normativo es comprensible para ella, y a menudo, incluso le puede resulta aburrido. Sólo un par de frases y unas palabras entre líneas, le bastan para leer al interlocutor y ver claramente quién es. 

La persona intelectual está acostumbrada a evaluar el mundo con su barómetro finamente ajustado, donde la mente es su sistema operativo. 

Puede estar dotada de una buena intuición, pero nunca la usa contrariamente a sus propias conclusiones, solo como una adición a ellas. No puede darse el lujo de depender de sensaciones y conjeturas, no está acostumbrada a actuar de manera intuitiva, todo en su cabeza tiene una explicación y una relación de causa y efecto. 

Cuando un artista del flirteo aparece frente a ella, su mente no es capaz de evaluar este sujeto, ya que las muchas señales que emite son realmente una tontería para ella. 

Sin embargo, es aquí donde tenemos que recordar que una intelectual es una excelente estudiante que lleva este papel con ella hasta la edad adulta. Porque está dotada de claros principios morales según los cuales juzga a los demás, es decir, ella misma. 

El que flirtea es un hombre que no conoce tales categorías, por lo que su lenguaje puede resultar extraño e ilegible para ella. Normalmente él le envía mensajes que ella simplemente no es capaz de descifrar, y su sistema operativo se cuelga, porque no hay lógica ni moralidad en ellos, y la intuición, que por costumbre, se vuelve hacia ella solo será una herramienta auxiliar de comprensión, no puede de ninguna manera ser útil en la situación actual. 

Digamos que es cuando aparece una disonancia cognitiva entre sus sentimientos y es aquí, donde surge la situación más peligrosa, cuando sin poder actuar en el marco de su protocolo habitual, una mujer decide que se encuentra ante algo diferente, diferente a todo lo que ha conocido hasta el momento. 

Surge una intriga, un acertijo, que decide resolver a toda costa. Después de todo, ella no estaba acostumbrada a rendirse y retirarse. Y es en ese momento cuando ella está enganchada.

Aquí es donde comienzan las reacciones físicas del cuerpo, las cuales están condicionadas por el conocimiento y la memoria genética de la parte reticular o gris del cerebro, que instantáneamente reacciona al peligro con la más fuerte descarga de adrenalina, fenómeno que una mujer que creció a partir de imágenes de la literatura clásica confundió con el amor verdadero que aparece de repente por accidente.

Ahora ella se empantanó, y aquí comienza lo interesante, donde el acertijo ni siquiera piensa en resolverlo, ya que su lenguaje no es adaptativo, mientras el aparato intelectual no funciona, la intuición sigue relegada a un segundo plano y la mujer, des energizada, privada de la capacidad de pensar con el aparato analítico apagado, que para como la muerte, y comienza a vivir en un sueño de ilusiones, en el sueño de otra persona, que es hábilmente cultivado por ese artista del flirteo.

Si nos preguntamos cuál es la razón porque las intelectuales colapsan instantáneamente en relaciones tan manipuladoras, diríamos una razón y es que la inteligencia emocional se encuentra insuficientemente desarrollada, y la comparte con información sobre los propios sentimientos y emociones, y así sin darse cuenta oculta los motivos del oponente. 

Cuando el coeficiente intelectual de la función vital principal se atasca, el aparato intelectual con el que está acostumbrada a operar se desactiva, y es donde el sistema nervioso comienza a fallar. Se comporta de una manera inusual, de hecho, está confundida y sigue un camino que nunca antes había conocido. 

Incapaz de explicarse a sí misma lo que está sucediendo, comienza a perder apoyo y se da cuenta de que algo anda mal con ella. 

En ese momento está devaluado, y una mujer inteligente y fuerte está desconectada de la fuente de su propia fuerza, está derrotada, ya no puede ser ella misma, porque sin una inteligencia ética desarrollada, en realidad no se conoce a sí misma y no se siente fuera del marco de la funcionalidad del cerebro racional.

Voila, llego a la etapa final, donde el intelecto está aplastado y roto.

¡La meta está alcanzada!


 


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