Real
economía comunicativa
Para llegar analizar
las principales tendencias del año saliente, deberemos rebobinar a los
principios de la década de 2000, en donde la globalización se caracterizó por
el pragmatismo económico y por la formación de cadenas de valor globales, ahora
sin embargo las contradicciones políticas nos conducen a la fragmentación de la
economía mundial.
En estos momentos
la posible formación de tres imperios económicos es cada vez más
inevitable debido a la creciente influencia de los factores políticos en la
economía. Esto, a su vez, afecta tanto al comportamiento de los actores
empresariales como a las cadenas productivas.
Ahora el mundo se
podría dividir en tres zonas económicas separadas, cada una de las cuales
tendrá su propia moneda bien sea el dólar, el euro o el yuan, con su propio
centro financiero situado en Nueva York, Londres o Hong Kong y el consiguiente
mercado de bonos, así como sus propias cadenas de suministro.
Pero a tener en cuenta
que en la actualidad la creciente influencia de los factores políticos en la
economía, va a afectar tanto al comportamiento de los actores empresariales
como a las propias cadenas productivas.
Es difícil señalar a
Europa como una región independiente, dada su dependencia de Estados Unidos y
los fuertes lazos aliados con ellos. Ahora la posible nueva administración
estadounidense, encabezada por Biden, intentará evitar la intensificación de
las contradicciones con la unión europea, y en esta dirección se debería esperar
al menos algún progreso, pero en el mundo actual, donde las cadenas de valor
globales y la digitalización juegan un papel importante, la geografía ya no va
a determinar el destino de los países.
Recordando que en los
últimos 20 años, las empresas y las agencias gubernamentales de todo el mundo tomaban
decisiones comerciales basadas en la relación calidad-precio de los servicios
ofrecidos. Y era como podían elegir a los proveedores que ofrecían un
producto de la más alta calidad al precio más bajo.
Pero hoy, después de la
introducción del carácter de las restricciones, la mentalidad ha cambiado con
respecto a empresas y se está implementando como resultado, que lo más
importante ahora es la estabilidad y seguridad de los suministros, observando
que ya no figura en la lista de prioridades el tema de la relación
calidad-precio.
Mientras tanto en Europa,
se enfrenta a varios desafíos a la vez, y entre ellos la primera
necesidad tal como adelanto Trump en su momento, es la de fortalecer sus
propias fuerzas armadas, para poder lograr
tomar decisiones sin mirar a otros países e influir de manera más efectiva en
otros eventos y actos mundiales; la segunda dificultad está asociada a la
ausencia de centros propios de innovación y financiación en la Unión
Europea. Y en esto, se ven obligados a subcontratar este rol a Londres, a
través del cual las empresas europeas intentan atraen inversiones, y en tercer
lugar, Europa está amenazada por la inestabilidad política debido a que no
frena los altos niveles de inmigración.
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