El conocimiento
arquinanco
Ya
empieza a existir un nuevo orden en el mapa del conocimiento, donde la esencia
de los nuevos ideólogos reconocen que existirá un gran cambio en los próximos
estándares profesionales, dado que repetir la idea del siglo pasado en la que
intentaron acordar determinadas exclusividades con competencias habilitantes,
volverían a quedar hoy en día obsoletas en el momento de las implementaciones.
Por
supuesto, y acorde a la actualidad de muchas partes del mundo, los estándares
ocupacionales empiezan a ser mucho más flexibles hoy, que esas viejas estructuras
de exclusividad social basadas en acaparar normativas de falsos reconocimientos,
con deseo de recomponer ese nuevo libro de referencia vocacional, pero ahora la
sociedad actual más participativa e ilustrada, requiere mucha más flexibilidad.
Además,
el concepto mismo de ejercer una profesión ha perdido su significado original,
porque con soberbia y vanidad las acciones de las asociaciones llegaron hacer
desdeñables, o lo que es lo mismo efectuaban segregaciones artificiales amparadas
bajo delimitaciones jurídicas idiomáticas, incluso por orígenes geográficos,
digamos por escuderías educativas, o bien por equiparación irrespetuosa de ese
tipo egoísta de ranking anglosajón que segrega por la denominación de origen, siendo
muy difícil ahora justificar, donde originaban que un médico ya no es solo un
médico, así como un biólogo o ingeniero, o un químico ya no eran los títulos o diplomas
ni los conocimientos que pudiesen ostentar, era el país, la influencia o el
idioma.
Pero
ahora cuando las circunstancias niegan nuevamente el cuento de “Erase una vez”,
donde toda aquella formación reglada de
determinadas profesiones denominadas habilitantes ya no proporciona estabilidad
en un trabajo de por vida. Y donde desaparece aquella única formación
universitaria de estudios que permitía al titular del título correspondiente
aplicar con éxitos algunos conceptos de las calificaciones adquiridas en
diversos campos, ahora todo esa vanagloria parece inconsistente se evapora y se
esfuma.
Las
circunstancias de competencia han avanzado silenciosa y gradualmente, a medida
que las diferentes tareas que enfrentan los especialistas se volvieron más
complejas, a lo cual la integridad de la palabra específica de profesión comienza
a erosionarse y varios tipos de actividades dentro de su propio arco han comenzado
a renacer convergiendo y pretendiendo ofrecer una formación diferente especializada.
Estas
circunstancias ocurren solo si hay varios roles estrechamente relacionados,
donde se puede preparar cada uno de ellos de manera formalizada.
Como
por ejemplo el rol que ostenta una de las profesiones reconocidas más antiguas
y que es determinante en las obras de edificación, ya que está ampliamente
documentada y referenciada desde antes el siglo XV, en constancias tanto en
alguna inscripción en piedra de los sepulcros de iglesias, o bien en los folios
encontrados pertenecientes al más antiguo vocabulario-diccionario del
castellano que se tenga conocimiento, impreso en el año 1492, y donde viene
definido el término de la antigua profesión de aparejador.
Y
de donde de esas filas de profesionales aparejadores salieron los denominados Maestros
Mayores los cuales viajaron y ayudaron en la construcción de edificaciones,
ciudades y fortificaciones, a dejar una huella de civilización contemporánea en
el nuevo continente americano.
En
el mismo sentido también sucedió a lo largo de la historia en otras muchas
civilizaciones, tal como ocurrió en la elevación de las pirámides de Egipto, o
en el lugar sagrado de los sublimes arboles de Swayambhunath en Katmandú, en
la actualidad correspondería a la denominada titulación de ingenieros de
edificación.
Porque
en el trabajo de diseño de este estándar profesional implica un alto nivel de
humildad y entendimiento de abstracción con las formas topológicas, un conocimiento
de las características estructurales propias de modelación arquitectónica y el regocijo en
las propiedades de los materiales, para poder llegar y conseguir generalizar
los actos a partir de una necesidad de la vida real.
La
citada profesión se ha nutrido históricamente de manera perenne de ello, por lo
tanto engloba con exquisito carácter la ciencia del saber del arte esencial de
la utilidad, con los movimientos etnográficos y artesanales, con la aglutinación
del conocimiento técnico de los diferentes artesanos intervinientes en la
construcción, desde la concepción y su origen, finalizando en el resultado con la
calidad de diferentes productos.
Así
llegan a intervenir en la secuencia de ejecución que se establece gracias a los
bocetos y planos técnicos que redacta a raíz de un certero conocimiento en
combinación a la experiencia de atención, escucha y lectura minuciosa que se
ejerce a las propuestas y razonamientos de la multitud de equipos plurales y profesionales.
Logran
establecer, una definición para efectuar la resolución en el jeroglífico del
arte de las secuencias y programación de los artesanos, combinando el encaje de
los trabajos de ebanistas, carpinteros, canteros y escultores, albañiles y
yeseros, fontaneros, instaladores y electricistas, vidrieros, decoradores y pintores,
soleros… y un interminable número de nuevos asociados tecnológicos, que participan
efectuando la construcción de obras y refugios donde la presente generalización
de un trabajo en equipo tiene éxito.
De
esta manera han sido educados, con esa imaginaria batuta mental que ostentan y todo
este ciclo de desarrollo no tendrá que repetirse nuevamente, porque sin una fabricación
o estándar aprobado, el tipo real de la actividad requerido seguirá siendo
siempre por capacidad normativa la del sentido común.
Aunque
puedan volverse a dar casos aislados de competencia arquinanca o de falsa
representación de algunas otras avariciosas y paralelas actividades que bajo el
contexto del desarrollo rápido y sin flexibilidad del mercado laboral requiera
para sí mismos las competencias, mediante la adquisición o penetración de alguna
falsa norma en el mercadeo regulatorio, ahora de las redes sociales del mercado
laboral.
El
mapa histórico del conocimiento nos recuerda que existe posibilidad que puedan existir
movimientos temporalmente, porque después de la aprobación se vuelva
obligatoria para parte de la industria, pero
bien es cierto que los
ciclos naturales y tradicionales de armonización de estándares profesionales pueden
llegar a frenar la actividad real o la conducirán a esquemas con denominación corrupta
de elusión.
Así
las posibilidades descritas anteriormente de organizar el proceso educativo
sobre la base de un mapa de conocimiento también se pueden utilizar
orgánicamente para armonizar las relaciones laborales, como un reemplazo
flexible de los estándares profesionales introducidos chirriantemente.
Algunos
entienden que con un enfoque especializado, es más fácil resolver los problemas
discutidos por los expertos para armonizar los estándares educativos con los
profesionales en la lógica actual de los estándares, tal coordinación parece
ser muy difícil y lenta, pero en el mapa del conocimiento ocurre
orgánicamente.
Obviamente,
los estándares educativos funcionarán de manera diferente con un claro, limpio y despejado mapa de conocimiento.
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