Sánchez en Democratura
En general, los
méritos y costos del sistema electoral español que hasta la fecha han existido,
podría considerarse como un asunto puramente interno de este país. Si no
fuera por un pero, y es que la dirección política posiblemente de este
gobierno, anule y derogue la celebración de próximas elecciones sino alcanza la
manipulación y control.
Y es que las
elecciones que se venían realizando en este país, reacondicionaban
continuamente un ambiguo bipartidismo, con un deterioro creciente en
desigualdad social y la diferencia de oportunidades entre los habitantes de las
distintas Comunidades Autónomas, hechos que especialmente sucedían cuando el
poder estaba pasando de una fuerza política a otra, así lograron y pudieron
desencadenar cambios muy significativos en este desarrollo desigual territorial
y económico.
Al mismo tiempo se ha
mantenido un impacto grave en las instituciones establecidas, llegando a
normalizarlas con términos y alternancias políticas bajo un supuesto derecho
constitucional que incluso ha sido permisivo en desordenar el sistema de la
seguridad social, que ya ha dejado de ser común e igualitario en oportunidades
para todos los españoles.
En realidad es más que
un autentico desaire, es una considerable falta de respeto hacia la ciudadanía,
que se pongan como marketing político, en telas de juicio las pensiones, á las
personas que ya han trabajado, o que estén buscando una incertidumbre año a
año, mediante improvisaciones continuas en cambios normativos, es que en un supuesto
futuro en esa nueva anormalidad va a ser más importante por efecto pandémico
efectuar peajes, o nuevas obras públicas como aeropuertos sin transito que
retrotraer las pensiones.
Cuando en realidad, la
consciencia solo indica que debieran de preocuparse, es en desarrollar unas
adecuadas condiciones para que exista y se produzca trabajo tanto para los
jóvenes como para todos, premiando las iniciativas que en la actualidad se
hacen tareas imposibles, es importante tener personas adecuadas y muy preparadas
para que el sistema sea eficiente.
No podemos consentir
más tiempo mantener a chapuceros de la política que estén buscando un estado
basado en una renta básica incondicional, en el que no hay cabida para una
clase media que se esfuerce, porque exista una abrumadora simpleza, que se mida
únicamente con los corruptos y los que ganan la sopa boba, donde vaga y
únicamente se le permite hacer lo que quieren, privilegiándoles en aprobar sin
evaluar, porque se piensan que el estado recauda insuficiente dinero.
Muchos de los
principales líderes de los bloques del buscado bipartidismo, incluyendo en la
actualidad a los independentistas, han pensado más de una vez, que si, este
sistema no es ideal, al menos ellos estaban muy acostumbrados a él y les
resultaba muy conveniente para el juego de las autonomías, haciendo y buscando
algunas comunidades paraísos independentistas.
Pero el problema es
que ahora se ha vuelto muy incómodo, para todo el mundo que desee trabajar con
un país así, donde existen normativas orgánicas distintas, ya que España se
está convirtiendo en un impredecible país dividido.
Y esta
imprevisibilidad no es en absoluto indiferente a otros países, consorcios
económicos o bien de carácter político-militares. Sería muy bueno que el
establecimiento político actual se diera cuenta de esta responsabilidad.
Si echemos un vistazo
más de cerca a la situación actual, inicialmente, todo parece bastante
predecible, existencia imaginaria de candidatos en partidos alternativos,
señalización de sistemas electorales primarios en los partidos, sindicatos
representantes del régimen de gobierno que dócilmente huelguean para
representar su existencia y su porque en democratura y todo con una total
ausencia de debates en la televisión, o presencias en el parlamento.
Pero esto es un
caparazón, con hermosas decoraciones publicitarias de pandemia de las que
depende directamente la espectacularidad de lo que está sucediendo y, por
supuesto, es la continua ocultación e inquisición de las preferencias y la
supervivencia de los votantes.
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