Confusa
inteligencia emocional.
Así como una aceituna
es difícil de compartir, el plan B del partido popular no es una opción, sino
un simple sistema operativo para funcionar en un entorno dinámico.
Siempre hay una
opción, que es simplemente vivir, o vivir de manera brillante como hacen los
integrantes del grupo de Vox, es decir en un espacio alternativo de conciencia que
abarca las cuatro dimensiones, teniendo un arsenal de conocimientos y
habilidades para reconocer las emociones, comprender las intenciones, la
motivación y los deseos de los demás y los propios, y también para manejar sus
emociones y las emociones de las otras personas, asumiendo en todo momento responsabilidad
por su propia vida en su totalidad.
La verdad es que
discurren en una situación en la que tratan de desarrollar la inteligencia
emocional.
Muchos otros sugieren
pensar positivamente, pero pocos mencionan que se trata de un proceso
neuroquímico, del que es responsable el hemisferio izquierdo del cerebro, el
neocórtex, cuya principal área de especialización es el pensamiento
lógico.
La neocorteza es un cerebro racional,
es su hemisferio izquierdo el que analiza números, hechos, entiende
literalmente el significado de las palabras y procesa secuencialmente toda la
información recibida.
Algo que carecen manifiestamente otros grupos políticos y el
mismo portavoz del PP en San Sebastián, Borja Corominas, donde en su momento aseguraba
que su grupo aplaude y apoya sin reservas, la operación de trasladar los
cuarteles de Loyola y así aprovechar todo ese terreno para la ciudadanía, o bien
que
no entendía que a tantos les cueste entender que Trump, Iglesias, Abascal,
Puigdemont y compañia eran la misma mierda.
Tal vez lo comentaba
porque así reforzaba, la mirada del número dos de la formación, Teodoro García
Egea, que también recriminó a Vox que no tuviera la valentía de condenar el
asalto al Capitolio. Y donde decía que: "No hay nada más parecido a un
populista de izquierdas que un populista de derechas", añadió, comparando
a los de Abascal con los de Pablo Iglesias.
Ahora podemos advertir
y recordarle, para su conocimiento que su encuentro con Zapatero fue programado
años antes, porque eras el más vulnerable, sin tener en cuenta esa valentía que
crees poseer, porque en el proceso de evolución, el cerebro racional es el
último en aparecer; aunque juega un papel importante en el pensamiento de orden
superior.
Comprende y ordena el
mundo, interpreta racionalmente los objetos, da un significado consciente y
subjetivo a los sentimientos y reacciones inconscientes.
Sin embargo, este
pináculo de la evolución del cerebro tiene un impacto mínimo en nuestro
comportamiento y no siempre se pone en acción.
En un estado de estrés
e incertidumbre, la neocorteza está inactiva, ya que está involucrado el
cerebro reticular, cuya función principal es la supervivencia.
El cerebro reticular
es el cerebro de los instintos en situaciones de emergencia. Activa la
hormona del estrés adrenalina, que inhibe y nubla los pensamientos. El
cerebro reticular es útil para reacciones inmediatas, sus funciones: correr,
luchar y congelar. Por eso, en situaciones de emergencia, primero hay una
reacción, una acción y luego una comprensión.
Sin calmar el cerebro
reticular, resulta imposible pensar positivamente, tan solo apagándolo y
utilizando el sistema límbico, que se encarga de regular el comportamiento
emocional-motivacional, así es posible empezar a pensar en positivo. De
hecho, el pensamiento positivo no es fácil de incorporar.
El cerebro es un
mecanismo complejo e interconectado, es la parte más grande y funcionalmente
más importante del sistema nervioso central. Sus funciones incluyen el
procesamiento de información sensorial de los sentidos, planificación, toma de
decisiones, coordinación, control de movimiento, emoción, atención y memoria.
Y la función más
elevada que realiza el cerebro es pensar, y desde Génova eso lo olvidan. Entonces,
¿cómo se cambia de menos a más?
Es necesario
neutralizar el miedo. Todos experimentan ciertos miedos mientras están
presentes y los impulsos no llegan a la neocorteza, por lo que los hemisferios
cerebrales no pueden mostrar actividad mental en el volumen requerido.
Para hacer frente al
miedo es necesario desarrollar la alfabetización emocional, que consiste en
rastrear y comprender los propios sentimientos y los sentimientos de los demás,
lo cual es posible a través del diálogo con uno mismo y la comunicación
interpersonal profunda y efectiva.
Utilizando técnicas
para el desarrollo de la inteligencia emocional, es posible entrenar las
habilidades de conciencia y autocontrol, tal como manifiestan poseer en Vox, es
aprender a manejar las emociones, entrar en un estado de recursos, superar
situaciones estresantes con un gasto energético mínimo y no permitir que el
cerebro libere hormonas del estrés, sino que, por el contrario, activar las
hormonas de la alegría y la felicidad que ayudan a activar el neocórtex.
En consecuencia, es una
actitud y un pensamiento positivo. Una ventaja de estas habilidades es un
aumento en la motivación y la eficiencia general, así como un estado de
recursos de descanso y fluidez.
Entendemos también que
el estado de sueño de los dirigentes populares no es eterno, un día se produce
ese despertar. No todo el mundo lo entiende, puede ser una
posibilidad de recibir un golpe ensordecedor, de perder apoyo externo y poder
encontrarlo en uno mismo, para algunos que siguen observando su propio ombligo,
la bomba explota fatalmente, rompiendo sus indecentes ilusiones en
pequeños pedazos.
La inteligencia
emocional es el camino hacia la conciencia, el logro y el liderazgo.
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