Melodía artística
La vida artística, hemos
de considerarla, como un factor, una forma de la vida y una existencia
psicosocial. La verdad es que este
factor se desarrolla, como una cantidad de energía irreductible, en la vida de todo
organismo individual, integrándose en el considerado superior organismo social;
siendo esta existencia y forma, una supresión de su sustantividad, considerándose
como un fenómeno.
El arte no es una
redundancia de vida, o una superior evolución del juego, sino algo serio e
irreductible con significación propia, donde el propio arte y la vida artística,
arribando en el área de la sociología y psicología, son susceptibles de una
sistematización experimental, para
resultar fecunda, como órgano de producción psicosocial.
Propiciando a tener en
cuenta, que la actividad estética, la naturaleza, el artista, la tradición y el
público son los factores de la vida artística, donde la actividad correlativa, esta coordenada a otras, en un medio social y natural de convivencia.
Cada célula social,
cada individuo apto, para el cumplimiento de una función, asimila en el
organismo en el que vive, los elementos necesarios, donde el individuo artista, conserva una autonomía, pero solidaria, con una trascendencia colectiva.
La forma reflexiva del
arte, impone deberes de concepción y ejecución al artista, siendo el deber de
todo artista, el adaptarse, dando trascendencia practica y humana a su obra,
aspirando siempre a pensarla y sentirla sobrehumanamente.
Los actos de creación y
recreación, son los datos en la analítica de la asimilación